Tal y como comenta la propia Sander, “me propuse definir el uniforme moderno universal con un objetivo en mente: las prendas deben ser perdurables y duraderas. Deben servir a la persona que las lleva y proporcionarle la energía y la seguridad en sí mismo que tanto necesita nuestra realidad global”. La diseñadora le pone especial atención a la sutileza, la naturalidad y la comodidad en sus creaciones voluminosas, con formas escultóricas, hechas con materiales de alta calidad como el tweed o la pluma, y con detalles de sastrería.
Una línea protagonizada por los abrigos híbridos de plumas y los de mezcla de cashmere de corte depurado, las cazadoras militares, las chaquetas funcionales y las de vestir. Pantalones de tejido gabardina con lana con un acabado que recuerda al papel, elegantes camisas oversized en colores clásicos como el marfil, el azul marino y el negro, o en colores vivos y con distintos patrones. También, jerséis que combinan a la perfección el uso del cashemere y de la lana, los vestidos largos de punto y las falda. Prendas que no pueden faltar en tu armario este frío invierno que se aproxima.