En sus propias palabras, "Uniqlo es LifeWear: prendas creadas con cuidado para hacer la vida diaria mejor y más cómoda. Es ropa que refleja los valores japoneses de simplicidad, cualidad y longevidad, y que refleja nuestro compromiso con la perfección, desde el diseño al tejido, la costura, el corte y el color". La pregunta que siempre nos hacemos con este tipo de producto, simple, atemporal y pensado para que dure, es obvia: cómo no acabar aburriendo al consumidor. O dicho de otra forma: ¿Cómo se mejora un básico? ¿Se puede mejorar? Se puede. Porque esa misma pregunta es la que se hacen en Uniqlo, y la respuesta nos llega en forma de diferentes proyectos deslocalizados, que trabajan en diferentes campos todos con la I+D como eje vertebrador.
En Los Ángeles funciona desde el año pasado el Denim Innovation Center, donde se apuesta por las innovaciones en el tejido, el ajuste y el acabado. Los resultados ya pueden verse en la colección de la próxima temporada. Pero no todo es denim y plumas en Uniqlo, sus prendas de cahsmere, merino y lana de cordero también son muy apreciadas. Entre otras novedades, la colección de invierno incluye prendas sin costuras en 3D fabricadas en otro de sus nuevos proyectos, la llamada Innovation Factory que utiliza en su fabricación la Shima Seiki, una de las tecnologías líderes en Japón en cuanto a máquinas de tejer. Y por último, el proyecto con un concepto, digamos, más vanguardista, el centro I+D en París comandado por el diseñador Christophe Lemaire, que se unió a la firma el año pasado cuando salió de Hermès para crear Uniqlo U. La idea, llegar a un público más moda revolucionando las prendas básicas. Lemaire no es nuevo en la casa, sus seguidores le conocerán bien por sus pasadas colaboraciones, como en su día hizo también Jil Sander, y como por cierto hará JW Anderson esta próxima temporada. Otro aliciente más para el que ya se intuye como opening del año en Barcelona.