Pese a que la pintura es la principal protagonista en la nueva edición de Swab, la exposición también explora el arte digital y otros modos de arte como la edición dentro de la literatura. Con su programa general como eje central, la exposición parte con galerías que responden a una visión artística que va desde un ámbito más nacional como
ADN Galería (Barcelona) hasta uno europeo como
Romero Paprocki (París). Como ya es un clásico para la feria, Swab Emerging continúa albergando galerías con menos de 5 años. En ellas, el espectador viaja hasta Tokio junto a
Caveayumi Gallery donde resuenan nombres como el del fotógrafo
Osamu Kanemura,
Taichi Nakamura o
Fumiaki Akahane. Y desde Japón, el público puede llegar hasta Nueva York con
Swivel Gallery o a Eslovaquia con
Vunu Gallery.
El viaje de los asistentes tiene una parada muy importante en El Salvador gracias al programa de Video Box, que pretende mostrar el significado de una identidad formada por un pasado colonial, la devastación de una guerra civil y la migración masiva que comporta. Entre los artistas que conforman la exposición se encuentra
Natalia Domínguez, que muestra su obra
Sabía que regresé, una pieza que habla del no-retorno, y
Kevin Baltazar, que manifiesta su disconformidad hacia la discriminación que sufren algunas personas por su estatus económico o país de origen a través de su vídeo performance
Limpieza. Entre paralelismos y alegorías, Video Box presenta
Entretejidos, un grito a la tierra de procedencia. Y como apuesta para esta edición, la odisea confluye en el Mediterráneo: “Es una zona prácticamente desconocida. Queremos potenciar esa relación entre los países que lo envuelven”, explica Joaquín Díez-Cascarón, director de Swab.
Y como es de costumbre, los jóvenes cobran protagonismo entre las más de setenta galerías. “Si nuestra política es acercar el arte a los jóvenes, también queremos darles un espacio que les sirva como empujón”, declaraba Díez-Cascarón tras presentar el programa MYFAF (My First Art Fair), un altavoz para los artistas emergentes que todavía no han podido participar en ninguna feria internacional pero que, sin dudas, tienen mucho arte por mostrar. Para esta edición, las galerías seleccionadas nos llevan desde Milán con
Armenia Studio hasta Marsella con
Galerie Kokanas. Las obras se alejan de lo tradicional para explorar aquello más alternativo. Un ejemplo de ello es
Giuditta Branconi, que estudia la superficie del lienzo a través de las capas de pintura y los colores vívidos. Representaciones eróticas y caóticas son su seña como artista.
Además de los programas ya mencionados, la lista continúa con diversas propuestas con la finalidad de incluir a todos los amantes del arte sin importar sus preferencias artísticas o, lo que es más importante, su edad. Con Swab Kids, los niños también forman parte de dicha propuesta (¡e incluso pueden ser los artistas!), y gracias a Swab Thinks, los asistentes pueden unirse, de manera online, a diversas charlas y debates con comisarios y profesionales dentro del mundo del arte.