El festival se ha consolidado como referente vanguardista por tercer año consecutivo, reforzando su puesta en escena con seis actuaciones musicales, un ciclo de cine, un taller impartido por Raquel Meyers, y una perfomance audiovisual con la artista robot que vive en internet y actúa por medio de la tele-presencia, quien también llevará a cabo una acción en twitter que se podrá seguir a través del hashtag #SheMakesNoise.
Otro de los puntos fuertes del festival es su corazón multicultultural con las raíces latinoamericanas y africanas de Elysia Crampton y su singular paisaje sonoro, donde la tradición boliviana grita en su último trabajo, Demon City, que recupera además –en línea con el leitmotiv del programa– la historia de la heroína indígena Bartolina Sisa, un símbolo de la opresión de los conquistadores y referente para las mujeres indígenas.
Ellas hacen ruido: un ruido oscuro, industrial y techno, pero también lleno de opuestos con sonidos ancestrales y de vanguardia que se dan la mano con ritmos suburbanos y de raíces profundas como Nídia, Nkisi y Deena Abdelwahed, o el dúo sueco formado por Ectoplasma Girls y la danesa Puce Mary.
Un paisaje lleno de referencias musicales pero también cinematográficas, ya que el ciclo de cine hablará de otras experiencias alejadas del eurocentrismo, con películas de Tailandia, Colombia o Brasil, que comparten cartel con dos obras norteamericanas, y que acercan los últimos trabajos de Anocha Suwichakornpong, Laura Huertas Millán y Anna Rose Holmer, así como de nuevos talentos como Yasmin Thayná y Alee Peoples.