Da igual lo que diga o lo que cante, Rosalía siempre sabe cómo sorprendernos. Por fin Motomami es nuestro, y la artista catalana se ha atrevido a mostrarnos más actitud que nunca, pero también su lado más sensible. Y para los que se preguntaban en qué se había convertido, os aseguramos que los taconeos, las palmas y su vozarrón siguen muy presentes. Motores, amor, chulería, familia… ¿de qué trata este álbum? De demostrar que es libre de hacer lo que quiera.
El álbum cuenta con no menos que dieciséis tracks, pasamos del dembow a las baladas, y de lo mainstream a mezclas que jamás habíamos escuchado. “Esto no es el mal querer, es el mal desear”, canta como referencia a su anterior disco. Sin duda, después de lo que supuso ese álbum, las expectativas eran muy altas, ¿las ha superado? No lo sé, lo que sí que es cierto es que no se puede comparar, y a nosotros eso nos gusta.

El derroche de La combi Versace con la singular voz de Tokischa, la inconfundible producción de Pharrell Williams en la homónima Motomami o la nostálgica G3 N15 son algunos de los contrastes que más hemos disfrutado. Y a algunos hasta se nos ha caído la lagrimita con el tierno audio en catalán de su abuela. Eso sí, también nos hemos echado unas risas con el interludio Abcdefg, o cuando dice que asentó las bases. Está claro que le da su personalidad, pero más que innovadora es visionaria, mezclando lo tradicional con la jerga actual y el autotune.

Debemos admitir que tras los clips virales de TikTok con adelantos como el de Hentai, teníamos nuestras dudas y prejuicios, pero nos ha callado la boca a más de uno. Y con el live de TikTok a modo de presentación del disco, deja entrever un prometedor directo. A algunos les parecerá un caos o un mero intento de impactar, nosotros creemos que realmente funciona. Los adelantos quizás asustaron un poco, pero simplemente nos estaba preparando. “No pa' siempre puedes ser una estrella y brillar. Voy a reírme cuando tenga 80 y mire pa' atrás”, canta en Sakura, el último tema. Por eso, ella decide experimentar, mezclar géneros y letras hasta ahora impensables y regalarnos este proyecto. Harán falta un par de escuchas más para digerir todo este recorrido conceptual.