Todos estamos de acuerdo en que internet y las redes sociales han moldeado la forma en la que nos relacionamos y consumimos información. También en que es necesario luchar por tus sueños y por las causas justas. Kristina: “Considero que vale la pena luchar por la libertad de expresión, por los derechos y mejoras sociales y políticas. Hay que mejorar el sistema educativo, y desde luego seguir en la lucha feminista y contra las discriminaciones raciales. La nueva ola feminista es una auténtica revolución y aunque quede muchísimo camino por recorrer es innegable todo el empeño y el esfuerzo que se está poniendo en generar cambios a mejor”. Amanda: “Hay muchas causas por las que luchar, la igualdad, el cambio climático, el reciclaje, contra el maltrato animal y las injusticias sociales y laborales”.
Alex de la Croix, filmmaker y co-director de La Juan Gallery, en Madrid: “Vale la pena luchar para ser escuchado. Dar voz a causas que quizás tienen menor repercusión mediática y son, en cierta forma, olvidadas. Vivimos en un sistema mundial basado en un primer mundo y en un tercero, y el primero no existiría sin el tercero. Es importante tenerlo muy presente para aportar todo lo necesario a quienes lo necesitan, ya que disponemos de muchos recursos para poder hacerlo”. Javier: “Hay millones de causas, pero la mía ahora es la lucha feminista”. La cantante y compositora
Brisa Fenoy asegura: “Sin lucha, todo estaría perdido. Quizás la primera gran contienda comience por nosotras mismas ya que la libertad no es un don, es una conquista diaria y requiere mucha energía para mantenerse despierta y dispuesta a elegir lo justo, aunque nos cueste”. Y el artista y fotógrafo
Daniel de Valle, cuyo trabajo con flores aplicadas sobre el rostro y cuerpo de modelos causa sensación desde que mostrara sus primeros proyectos hace un par de años, sintetiza en unas palabras el pensamiento general: “La vida es una batalla que tenemos que jugar a diario. Hay que luchar siempre por todo lo que deseas.”
Pero, ¿cómo se hace eso? ¿Cómo mantenerse fiel a tus principios, defender tus ideales, apostar sin desfallecer por tus proyectos? ¿Nos sentimos libres y fuertes para ello? ¿Sucumbimos ante ciertos límites? ¿Es la subversión una forma de reafirmar nuestras convicciones? ¿Qué es ser subversivo hoy en día? Aleesha: “Ser realmente tú, que le den a los estereotipos y a lo que la gente espere o diga de ti”. Javier: “Intentar tener siempre una crítica (positiva o negativa) de todo lo que te rodea”. Helena Gorogoro: “Ser subversivo está súper ligado a la autenticidad. A veces la idea de lo subversivo está ligada a romper con ciertas cosas que tenemos muy normalizadas, da la sensación incluso que la palabra carga con cierta idea de agresividad. Pero me parece que una persona puede ser subversiva simplemente existiendo de una forma auténtica. Creo que no hay nada más subversivo que eso”. ¿Y qué es ser auténtico entonces? Daniel: “Mantener tu identidad y gustos sin intoxicarte de toda la información que recibimos diariamente”. Javier de la Blanca: “Ser siempre tú mismo, y nunca una versión 'mejorada'”. El estilista
David Herráez: “Ser fiel a uno mismo en todos los sentidos. Irse a dormir tranquilo porque sabes que intentas hacer las cosas bien”. Amanda Portillo: “Ser fiel a tus principios y hacer lo que te de la gana. Subversivo sería hacer lo que te de la gana molestando a los demás”, se ríe. Retomemos el tema de los límites, ¿qué o quién nos limita? Brisa Fenoy: “Quienes pudiendo ayudar, no lo hacen. Quienes pudiendo colaborar, entorpecen. Quienes pudiendo empujar, frenan. Esas son las personas que colaboran en crear limitaciones. Las limitaciones en ocasiones suponen retos y enfrentarse a ellos genera acción creativa. Los límites suelen estar relacionados con lo desconocido y el primer trabajo que hago es informarme, conocer. El conocimiento ya lo decía el filósofo te hace libre. Y la libertad es la llave para superar límites. Si te ponen límites, sobrepásalos. Eso hago constantemente, porque si no lo haces, no evolucionas”. Aleesha: “La libertad es lo más importante, en todos y cada uno de los aspectos de la vida”.
Y hablando de límites, ¿existiría alguno a la hora de vestir? Ya sabéis, esa fina frontera cada vez más diluida entre el buen y el mal gusto, aplicable, por cierto, no solo a la vestimenta. Habla Soraya y el resto no podemos más que callar: “Hace poco hicimos un vídeo para Sor&Mor (el proyecto que comparte con Alex de la Croix) donde hablábamos del Camp y decíamos, el gusto por el mal gusto es tan liberador… No creo que exista ni tan siquiera el concepto de buen o mal gusto. ¡Que más da! ¿Por qué enjuiciar?” Nada más que añadir.