El popular parque de la Villette, uno de los más versátiles y heterodoxos de París, acoge desde finales de abril un proyecto artístico interactivo y lúdico que consta de obras inflables a gran escala que transportan al visitante a otra dimensión. Las piezas provienen del Balloon Museum, el primer museo dedicado al arte hinchable y a los globos que está cosechando un gran éxito en la capital italiana, con más de 500.000 visitas registradas en 4 meses.
Este viaje inmersivo y experiencial para todos los públicos promete un divertido y ligero paseo cultural. Al percibirse como puro entretenimiento o simplemente como una evolución ingeniosa y variada del clásico castillo hinchable, el evento tal vez corre el riesgo de que se conciba más como un parque infantil que como una exposición de arte seria.
El recorrido comienza en el Cupid’s Koi Garden, compuesto por fuentes de seis metros de altura de estilo kawaii creadas por el estudio australiano Eness que en realidad parecen salidas de la mente ingeniosa del director de cine de animación japonés Hayao Miyazaki. En la instalación contigua –Never Ending Story– del colectivo italiano Motorefisico, nos metemos de lleno en un cubículo psicodélico donde la percepción del espacio se confunde: las paredes están plagadas de espejos que reflejan cientos de esferas de colores suspendidas en el aire.