Sin duda la programación musical es uno de sus alicientes. Agosto viene cargadito, pero dejadme antes hablar de la novedad de esta temporada, la Garden Suites Collection: ocho habitaciones que han sido remodeladas bajo la dirección de la diseñadora de interiores Lucinda Swayne, para dotarlas de un aspecto contemporáneo y elegante pero sin traicionar su espíritu. Como dice ella misma: “Durante la renovación fue vital asegurarse de que los elementos extravagantes de los interiores se mantuvieran para preservar la identidad del hotel. A través del rediseño hemos creado cómodas habitaciones eclécticas con una sensación única, unido a una atención precisa a la funcionalidad, para que los huéspedes, literalmente, nunca quieran irse”. Todas cuentan con camas super-king, baños completamente remodelados, accesorios y muebles de mediados del siglo pasado, y una combinación de marcas que celebran los diseñadores británicos emergentes con los ya establecidos, junto a fabricantes a medida y artesanos ibicencos. Cabe decir que se conservan los techos con vigas de madera y los suelos de piedra; lujo sí, pero no a cualquier precio. Los mismos que puedes ver en el resto de habitaciones, veintiséis en total, que confieren ese aire rústico y auténtico que buscaba su fundador, Tony Pike, cuando allá por 1978 compró la finca con una destartalada edificación rural sin luz ni agua. Él mismo trabajó en la construcción del hotel, hasta que dos años más tarde, el 7 de julio de 1980, abrió sus puertas. El resto es historia.