Una serie de looks que destacan por sus juegos de capas y la simplicidad de los patrones recorren la entrada del MACBA. Llama la atención como la mayoría de creadores hicieron uso de las minimalistas, limpias y blancas instalaciones interiores del museo como escaparate de sus propuestas, mientras que Paloma Wool sale a la calle, al asfalto, en un escenario en el que el contraste entre las modelos y los peatones hacen pensar que lo que Paloma Lanna está presentado es la nueva vestimenta para la vida urbana. Además, el casting de modelos llama la atención por su diversidad e inclusividad, incluyendo un amplio rango de edades y cuerpos, un factor que hace de esta colección una completamente conectada con la necesidad actual de representación.
La gama cromática tiende a los tonos oscuros que se ven iluminados con incorporaciones de azules, verdes y rosas, y las prendas de punto en diferentes estilos son predominantes, infaltables en las colecciones de la diseñadora. Los accesorios complementan la colección con balaclavas, pieza clave de esta y las próximas temporadas, y bolsos y zapatos de piel, resultado de la colaboración entre la marca y las industria del cuero española, reforzando el concepto de la firma de comunión de diferentes sectores, artistas y estilos como forma de enriquecer el proceso creativo.