“Como artista visual que soy, en cada proyecto que esté, si puedo echar una mano en cualquier cosa, lo voy a hacer. Y si no lo hago es simplemente porque no tengo el dinero”, comenta abiertamente Megane Mercury. Megane articula todo su trabajo a partir de la música, y lleva la dirección creativa de todos sus proyectos. Suyos son temas como Ritmo asesino o Kiki con los que se proclamó ganador del certamen Mad Cool Talent 2022, de ahí su actuación en la última edición del festival madrileño. Un concurso en el que contó en todo momento con el apoyo de su gran amiga colombiana Navxja, que habla así de su trabajo: “Siempre digo que hago música para bolleras tristes”, nos cuenta, “pero ahora voy a hacer música para bolleras tristes de fiesta (risas). Es ligeramente diferente. Pero es eso, musiquita para bolleras y afines”. Su primer tema que se hizo conocido fue Luces de cuarentena, lanzado a principios de la pandemia, y desde entonces no ha parado de componer. Ambas artistas no dudan en reconocer los retos añadidos que su identidad, orientación y raza conllevan a la hora de hacerse un hueco en una industria aún dominada por un sistema cisheteropatriarcal. “Siento que no nos está yendo mal, pero también tengo claro que no nos han regalado nada. Si fuéramos blancas o blancos, nos iría muchísimo mejor de lo que nos va haciendo exactamente lo mismo que hacemos”, dice Navxja. “Si eres un perfil muy queer, llegar a ciertas programaciones de festivales es difícil”, denuncia Megane. “A un amigo le dijeron, ‘el día que aquí haya un escenario LGTBQ+ tú vas a tocar’. Y es como, ¿por qué tenéis que esperar a que haya un escenario LGTBQ+ para invitarnos a tocar? Es bastante fuerte”.