Desde que entras en el espacio de la exposición, con sus luces tenues y paredes oscuras, empiezas a sentir el aura que rodea la obra del británico Mat Collishaw, figura clave en la importante generación de artistas británicos conocida como Young British Artists. En la rueda de prensa, Ana Vallés, presidenta de Sorigué y directora de la Fundació Sorigué, señalaba la exigencia de la exposición en cuanto a concepto, arquitectura y técnica. Pues la obra de Collishaw está marcada por una radiografía de la dualidad del ser humano, del equilibro entre lo bueno y lo malo, entre la belleza y el horror, entre la vida y la destrucción.