Podríamos haber escogido cincuenta, sesenta o cien. Al final nos hemos quedado en cincuenta cinco canciones que bien merecen una playlist en modo repeat, que recoge lo que ha sido este año tan excitante musicalmente hablando como desastroso en tantas cosas. Vamos allá. Lady Gaga nos transportó al universo Chromatica sin salir de casa, y Bad Bunny, con quien estaremos en deuda de por vida, ha lanzado hasta tres álbumes en menos de 12 meses. La música se ha teñido del estado de ánimo general, versiones más soft y acústicas por un lado, pero sin descuidar las plegarias de la sociedad: esa nostalgia hacía los clubs nocturnos y conciertos. Así fue como el disco se ha coronado como género por excelencia de 2020. Róisín Murphy, The Weeknd o Jessie Ware entre otros nos abrieron las puertas de su Studio 54 particular, haciéndonos bailar, aunque fuera en nuestra habitación.
El resurgir del disco era algo que adivinábamos desde el año pasado, y es que 2020 ha sido el momento en el que numerosas semillas han acabado de germinar, floreciendo de forma muy llamativa: artistas como Rina Sawayama, Megan Thee Stallion, Chloe x Halle y sobre todo Dua Lipa, clara artista del año, se han visto a ellas mismas conquistando la cima de sus carreras musicales. El efecto de la anti-princesa del pop sigue a la orden del día, porque no nos engañemos, las mujeres llevan todo el peso de la industria musical a sus espaldas. La música se vuelve más diversa cada día, y nos regalan nuevos ejemplos, nuevos perfiles y visiones únicas, añadiendo novedad y matices a los géneros musicales.
Este es un universo que evoluciona de forma vertiginosa y que se mueve a kilómetros por segundo. El mejor ejemplo, el K-pop, convertido en un fenómeno de masas a nivel global, muy ligado a la actual forma de consumir música. El streaming sigue con el monopolio del consumo musical, y TikTok se alza como un potenciador de éxitos gracias a sus vídeos y coreografías fáciles. Tal es su poder que ahora muchas canciones se piensan para que triunfen en esta red social: fáciles y rápidas, para hacernos reír y pasar un buen rato. ¿Tiene esto algo de malo? ¿Acaso no es ese el papel de la música? ¿Ayudar a hacer del mundo un sitio mejor ya sea animándonos a bailar ante un móvil o denunciando las injusticias sociales? La música ha cumplido con matrícula su función este año, el cual sí que será recordado como uno de los mejores a nivel musical. Aquí van las mejores canciones de 2020: