Las Cosas y Sara Catalán se conocieron en la exposición de María Teresa Hincapié en el MACBA con María Teresa Arjona, que ya tenía de entrada el carácter de investigación expuesta al público. Las Cosas, que aún no eran un grupo, trabajaban en ella y Sara recalca que las conversaciones con ellos a las que pudo asistir le parecieron “brillantes, necesarias y enormes”, y pensó en invitarlos al hotel. De esta forma, la colaboración surge de su forma común a la hora de entender la creación como un proceso vivo. Ellas nos comentan que aquí no están ‘inventando algo fuera de’, lo que les interesa es observar, desvelar, leer… escuchar a los lugares y espacios, y conversar con ellos. Esta conversación, que se desarrolla entre ellas pero se expande e involucra el personal del hotel, los huéspedes y cualquiera que lo transite, les ha llevado a pensar sobre los rastros que quedan: qué es lo que aparece como residuo de los cuerpos que han habitado un lugar y que ya no están presentes. Dejamos rastros aunque el tiempo pase y las cosas se acaben.