El momento más esperado por muchos era, quizás, la actuación de Telefon Tel Aviv quien, tras el fallecimiento de Charles Cooper en 2009 (50% del duo de Nueva Orleans), había cesado su actividad. Ahora, solamente con Joshua Eustis a la cabeza y con el afloramiento de un nuevo interés por el IDM (Intelligent Dance Music) y por el ambient – que gente como ellos investigaron de manera exhaustiva a principios de los 2000s –, albergaron la mayor concentración de público del festival. Su fusión entre géneros sigue una línea de elegancia indiscutible que camina con soltura entre el hip hop, el jazz, las texturas granulares y un enfoque ambiental. Telefon Tel Aviv son una leyenda de la computer music.
Tras la actuación de CLIP, alter ego de Edu Tarradas, Lapsus continuó en Onac Club con una post-party capitaneada por Bataille, Airaboi y Luca Lozano.
No es sencillo proponer un día dedicado a la electrónica experimental que, incluso en formato de baile, afronte un acercamiento mental y requiera de un paladar sensible para su entendimiento completo. Lapsus afrontó otra edición con buen gusto y elegancia. Otro tipo de festival, por muchos años más.