Hoy arranca L’Alternativa, el festival de cine independiente de Barcelona por antonomasia. Hasta el 19 de noviembre, el CCCB se convierte en el centro neurálgico de su actividad, aunque también contará con otras sedes como la Filmoteca de Catalunya, el MACBA, los cines Maldà y Zumzeig, y la escuela ECIB. Y atentos, porque no es una edición cualquiera: este año están de celebración. El festival cumple treinta años manteniendo su esencia, abrazando el lenguaje cinematográfico y liberando la creatividad siempre desde la perspectiva de la realidad que nos ha tocado vivir.
Comprometidos con respaldar y descubrir un cine generalmente invisible, durante numerosas ediciones L’Alternativa ha sido un espacio de aprendizaje colectivo en el que han sacado a la luz el trabajo de centenares de cineastas de todo el mundo. Como pioneros en apoyar la no ficción, este formato híbrido es uno de los signos más representativos del festival.
El film inaugural será Fallen Leaves (Kuolleet Lehdet), del finlandés Aki Kaurismäki, un drama romántico en el que el director depura su estilo y le saca partido. Como cada año, diversas obras competirán dentro de su sección. Por un lado, la Sección Oficial de Largometrajes Internacionales, con diez propuestas, mientras que la de Cortometrajes Internacionales presenta diecisiete. Por otro lado, en la Sección Nacional hay siete largometrajes y trece cortometrajes, con nombres que reconocemos de otras ediciones como Oskar Alegria y David Pantaleón.
Además, esta edición ofrece una amplia gama de eventos especiales. Siguiendo el espíritu de compromiso y análisis político y social del festival, han organizado una mesa redonda en relación a la exhibición de la película Totem, del colectivo Unidad de Montaje Dialéctico, así también como un tour por el barrio del Raval donde se explicarán ciertas experiencias de migrantes, en motivo da A morte de uma cidade, un film sobre la gentrificación de Lisboa. Entre otras actividades, también cabe destacar el concierto de Adrii, después del film Negu Hurbilak.
La programación, como cada año, es tan extensa que casi se hace inabarcable. Pero no te preocupes, aquí está METAL para organizar. Dentro de un mar casi infinito de posibilidades, te presentamos nuestras diez favoritas. Ah, y si no puedes verlas esta semana, no te preocupes, muchas de ellas llegarán a Filmin del 15 al 28 de enero del año que viene. 

La Chimera (2023), de Alice Rohrwacher
La directora italiana se pregunta qué debemos hacer con el pasado en este film grabado en tres formatos de película diferentes. Su protagonista, Arthur, lidera una banda de saqueadores de tumbas etruscas gracias a su capacidad por sentir el vacío de la tierra, que a la vez es el mismo vacío que deja en él el recuerdo de su amor perdido.

El eco (2023), de Tatiana Huezo
La filmografía de la directora mexicana Tatiana Huezo tiene una sección completa en esta edición del festival, y estará en Barcelona presentando su último film. Situado en un remoto pueblo del norte de México, nos enseña la intensidad de la infancia en un lugar donde la coexistencia entre personas, animales y naturaleza está regida por la enfermedad y la muerte, pero también el amor y la intimidad. Un retrato de lo que significa crecer en un entorno verdaderamente rural.

Up the River with Acid (2023), de Harald Hutter
En este desgarrador retrato, el cineasta canadiense nos muestra dos días en la vida de su padre, Horst, quien vive apoltronado en una silla a causa de la demencia y de haber perdido la vista y el oído. El que una vez fue un profesor que se enfrentaba a dar clases y se ocupaba de educar a las nuevas generaciones, ahora se ve afectado por una enfermedad degenerativa que lo ha dejado irreconocible. De una belleza tan íntima como brutal y honesta.

It Must Be Heaven (2019), de Elia Suleiman
Mientras somos testigos del genocidio del pueblo palestino a mano del estado de Israel, apoyado por las fuerzas occidentales, el festival recupera este film del palestino Elia Suleiman, más necesario que nunca. En este film con toques de humor absurdo, el director y guionista viaja desde París a Nueva York con la excusa de buscar financiación por el film, y mientras lo hace, reflexiona acerca de la desterritorialización y la crisis identitaria, y de nuevo critica la situación que vive su país, por aquel entonces ya dramática bajo la ocupación israelí.

Sur l’Adamant (2023), de Nicolas Philibert
Flotando en medio del río Sena nos encontramos con el Adamant, un centro de día que acoge a adultos con problemas de salud mental. En este documental, el director nos muestra una cara a menudo oculta sobre los cuidados y os equipos detrás de los hospitales, y nos enseña el día a día en este centro que acaba convirtiéndose, por pura observación, en un homenaje a la maltrecha sanidad pública.

Cría cuervos (1976), de Carlos Saura
Galardonada con el Gran Premio del Jurado en Cannes en 1976, y considerado uno de los mejores films del cine español, el primer largometraje escrito en solitario por Carlos Saura está protagonizado por la gran Geraldine Chaplin y Ana Torrent, que de forma alegórica tratan la última etapa del franquismo a partir de recuerdos familiares.

Notre Corps (2023), de Claire Simon
Con el foco en el cuerpo femenino y una de sus mayores experiencias, el embarazo y el parto, la documentalista francesa se adentra en el servicio de ginecología de un hospital público parisino y se plantea qué supone vivir en un cuerpo de mujer, lo que resulta en un testimonio de los miedos y luchas a los que se deben enfrentar.
And the King Said, What a Fantastic Machine (2023), de Axel Danielson & Maximilien Van Aertryck
Un film tan raro como único, es un collage de imágenes en movimiento que intenta englobar la historia del audiovisual desde su nacimiento hace más de un siglo y medio hasta la actualidad. Momentos que han pasado a la historia de la cultura popular y que ahora se recogen de manera, un poco caótica, en el primer largometraje de los directores.
Între Revolutii (2023), de Vlad Petri
Creado íntegramente a partir de imágenes de archivo, y ganadora en el Berlinale Forum, el cineasta rumano Vlad Petri entrelaza dos revoluciones que, aunque no lo parezca a primera vista, están más interrelacionadas de lo que parecen: la de Irán y la de Rumanía.
El rostro de la medusa (2022), de Melisa Liebenthal
A medio camino entre la realidad y la ficción, el segundo largometraje de la directora argentina es una pesadilla kafkiana en la que el rostro de Marina, su protagonista, cambia de la noche a la mañana. A partir de ese cambio radical, se explora la importancia de la cara y cómo afecta a nuestro sentido de la identidad y de relacionarlos con los demás.