Hoy en día, Frida Kahlo pertenece ya al imaginario colectivo de todo aquel que ama el arte. Es una suerte de icono, de simbología que representa la pasión, la superación, el orgullo de ser libre y de abanderar esa libertad. “Nunca pinto sueños ni pesadillas,” dijo, “pinto mi realidad.” Y es que más allá de sus flores en el pelo, su mirada enmarcada o sus labios siempre rojos, Magdalena Carmen Frida Kahlo era, por encima de todo, eso: su propia realidad.
Y aquí es donde entra en juego la mirada inconfundible de Leo Matiz, que viajó y fotografió alrededor de América Latina, Europa y Estados Unidos, llegando incluso a exponer en el MoMA. Estas dos destacadas personalidades no solo compartieron talento y pasión artística, sino que además, y sobre todo, compartieron una amistad. Muestra de ello son las fotografías que conforman esta exposición, donde Matiz inmortaliza con su cámara a una Frida Kahlo sencilla y cercana: una Frida, por lo tanto, en toda su verdad.
La exposición vibrará desde el 11 de marzo hasta el 19 de mayo de 2016 en el malagueño espacio donde, además, el mismo día de su inauguración tendrá lugar una charla con los comisarios, Angustias Freijo y Mario Martín Pareja, a las 19:00h. Además, en un afán por expandir una cultura accesible a la sociedad, La Térmica ofrece contenidos exclusivos e imperdibles como este de forma gratuita.