La excelente calidad del papel y de la impresión de sus sugerentes fotografías acentúan la belleza de la exposición, en la que las imágenes se han agrupado bajo el juego de la descontextualización. De esta forma, podremos apreciar con mayor intensidad la belleza formal de las plantas, que llegaron a despertar la atención y ser un referente de diseñadores industriales y creadores de la Bauhaus, por ejemplo. También atrajo, concretamente en el año 2016, la atención de Jonathan Anderson, director creativo de Loewe. Inspirado por su obra, lanza en primer lugar los perfumes
Loewe 001, que fueron un anticipo del trabajo visualmente irresistible que pronto acompañarían a todas las fragancias de Loewe.
Sin duda, el hecho de que Loewe Perfumes haya adoptado las fotografías de Blossfeldt como símbolo de una gama de fragancias que permanecen inalterables en el tiempo se asemeja a una metáfora del trabajo del propio fotógrafo, ya que él también logró capturar la naturaleza para hacerla eterna. De la misma forma, estas fragancias son un statement en sí mismo, ya que abanderan los atributos asociados a sus esencias desde el primer momento, y de forma natural, han encontrado una conexión con una temática que siempre ha acompañado a la casa, y especialmente en 2019: el arte.
Así, Loewe Perfumes ha jugado con la dualidad que supone rendirle un homenaje al fotógrafo y escultor alemán, ya que al mismo tiempo, y bajo el concepto de arte público, se emplea la publicidad como espacio discursivo. Las fotografías de Blossfeldt se convierten así en obras de arte que transmiten la conexión de la marca con la naturaleza y la vanguardia.