Haciendo un símil entre la vida y un columpio, debiendo romperse este último para evitar que la historia se siga repitiendo y podamos avanzar en materia de libertades y derechos de una vez por todas,
Identitats vàlides rompe con las ataduras que su contenido visual tuvo que enfrentar en redes sociales en repetidas ocasiones. “Agradezco poder enseñar mis fotografías en formato físico sin censura, es un privilegio”. Y es que ni la pandemia, ni los horarios acotados, ni las restricciones de aforo que obligaron a hacer de la inauguración de la muestra un acto reducido, le han frenado en su deseo de llevar su obra un paso más allá.
“Es una exposición bastante libre, cualquiera la puede disfrutar”, dice sobre el proyecto que acoge hasta mediados de abril la Casa de Cultura de Girona, y cuyas fotografías en diferentes formatos como el digital, el analógico y la polaroid, prometen poder verse en otros rincones de la geografía española. Una parada que se suma a las escalas ya previstas en el Visa Off de Perpignan, el FineArt a Igualada y el festival Mirades en Torroella de Montgrí, entre otros.
“También la puede
pedir aquí cualquier festival o centro público perteneciente a una diputación nacional”, explica, antes de anunciarnos con qué otros proyectos ha dado la bienvenida al 2021. “Voy a participar en la próxima tirada impresa de una de revista LGTBIQ+ mítica nacional e internacional, es lo único seguro que te puedo decir. Mi proyecto actual es encontrar un trabajo, desgraciadamente de la noche ya no se puede vivir, y seguiré haciendo fotos. Veamos por donde me lleva el viento.”.