María Lastra y Alejando Santana son el cuerpo y alma de HUIAS, un dúo gijonés que seguramente dará mucho que hablar. Los conocí en el primer aniversario de la plataforma Valle Eléctrico y, cayendo en un lugar común, puedo decir que sufrí de amor a primera escucha. Luego quedamos una mañana para desayunar y pasear por Madrid, así que además de hacerles fotos –todas analógicas- me contaron su historia.
Alejandro, o “Santa”, como empecé a llamarlo a los diez minutos de conocerlo, ya había tocado en otros grupos como Anfetanenas y Stasi. Por su parte, María componía canciones que guardaba para sí misma en un cajón de su habitación. Hasta que la vida los cruzo en el mítico bar Soho de Gijón. Tras conocerse, Santa descubrió las grabaciones caseras de guitarra y voz de María y, a partir de allí, lo de juntarse en un mismo proyecto fue una consecuencia inmediata. Santa transformó esas canciones y decidió compartirlas primero con su círculo más íntimo. Amigos que los alentaron a comenzar a trabajar en común todo ese material que derivaría en las primeras publicaciones de la banda. Y así nacía HUIAS, casi como un pasatiempo, un modo en el que poder expresarse y crear juntos. Sin embargo, en los comienzos, ninguno de los dos tenía en mente un estilo en concreto. Se limitaron a utilizar lo que tenían a mano -guitarras, sintetizadores y acordeones-, siguiendo un proceso bastante peculiar en el que María compone con voz y guitarra, y luego Santa “destroza” esas canciones para comenzar un ciclo creativo común.
Desde esa noche en el Soho, sólo ocurrieron cosas buenas. Quedaron terceros en el concurso Maquetas Autoplacer, lo que les permitió compartir split con la banda C.I.A.N.U.R.O. Así, y poco a poco, el proyecto comenzó a moverse, mucho más aún luego de su paso por el LEV 2013, al que se apuntaron sin muchas expectativas y resultaron siendo uno de los dos ganadores. Y es que ese sonido tan especial que fabrican juntos es el que les ha ido abriendo puertas poco a poco. Ella se autodeclara más folk, mientras que él se describe como un fan empedernido de la electrónica. De ahí que sus temas suenen a una mezcla bastante particular del folk más tradicional con una electrónica envolvente y aires de synth-pop. Un sonido basado en el equilibrio entre beats electrónicos y la naturalidad de instrumentos acústicos, por no mencionar la cálida voz de María.
El año pasado editaron su primer EP !, con 6 temas que podéis oír en su Bandcamp y también en Spotify. Un disco que entra de lleno en el chillwave, con ramificaciones hacia el witch house y el dream pop, sin olvidar el toque local conseguido a base de guitarra y acordeón, sonidos que evocan por sí solos los orígenes asturianos del grupo. Curiosamente, entre esos temas, no se encuentra su single Caballo ocaso, gracias al cual fueron fichados por el sello británico Love our Records, lo que les ha valido cierto reconocimiento también en el mundo anglosajón. Entre los temas de !, me quedo con Can I find my way?, que fue la primera canción que hicieron y está grabada con muy pocos recursos. Sin embargo, refleja de un modo precioso esa etapa de indecisiones que vienen luego de una ruptura. Otra de mis preferidas es Jamón & Underwear, una canción con tintes marineros, inspirada en la serie de animación Flap Jack. En fin, un disco de lo más evocador, lleno de sensibilidad y onirismo, que no puedo más que recomendar.
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