Los visitantes podrán disfrutar de diversas actividades como juegos de mesa, un marcapáginas personalizado o los trucos y secretos de un mago. Además, para aquellos que prefieren un plan más tranquilo, tendrán la oportunidad de deleitarse en la terraza con un zumo y snacks. Lo mismo sucede con las mascotas, que aunque no tienen ese espíritu lector y tal vez, más que oler una rosa quieran hincarle el diente, son bienvenidas al quiosco viajero. Para terminar con la velada, los asistentes recibirán un pequeño ramo de flores naranjas y el último número de la revista.