Bixa Travesty, de Claudia Priscilla y Kiko Goifman (2018)
El pasado mes de marzo, el mundo se horrorizaba ante la muerte de la concejala brasileña Marielle Franco, una política que reunía todos los requisitos para desafiar el status quo más rancio de Brasil (dominado por hombres, heterosexuales, blancos, de clase alta, y de más de cincuenta años): nacida en las favelas, madre adolescente, negra y lesbiana. Y es que el país latinoamericano es uno de los más afectados por la homofobia (a la vez de ser, paradójicamente, una destinación turística gay).
Por eso, este documental es más relevante que nunca. Linn da Quebrada, su protagonista, es una mujer transexual negra, artista pop, y defensora de las personas queer de color de las favelas. Junto a su amiga –también transexual y cantante– Jup do Bairro, ofrecen conciertos y performances sin igual llenas de reivindicación, lucha, extravagancia, mucho movimiento de cadera, y alegría. Un repaso a dos figuras del underground brasileño más punzante, desafiante, y radical, que además ha ganado el premio Teddy al Mejor Documental en la Berlinale.