A partir de hoy y hasta el próximo 23 de noviembre vuelve el Festival Internacional de Cine de Gijón. En su quincuagésima séptima edición, el certamen será más joven que nunca, pues si bien dar voz a nuevas figuras del cine europeo y mundial siempre ha caracterizado el festival, este año, doce de las catorce películas del certamen son los primeros o segundos largometrajes de sus autores.
A esta sección competitiva la acompañan otras, como por ejemplo una sección dedicada a las mejores películas de cine clásico en formato de 35mm o una recopilación de las propuestas internacionales más interesantes del año vistas en otros festivales del mundo. Se trata de una extensa programación que reivindica especialmente el cine alternativo y de autor. El festival, nacido en 1963, también honra su pasado con secciones dedicadas al mejor cine infantil y juvenil del momento, pues este era su espíritu original. Asimismo, también se podrán ver las propuestas más sugerentes, atrevidas y vanguardistas de la actual producción cinematográfica en el marco de la animación.

Por si todo esto fuera poco, también incorpora una sección donde pasado y presente cinematográfico se unen con homenajes retrospectivos a los directores más representativos del espíritu del festival. Se proyectará la filmografía del italiano Franco Piavoli, de la francesa Axelle Ropert o de Claire Dennis, en su ánimo de servir como una plataforma de conocimiento. Una apuesta segura para los espectadores con inquietudes cinematográficas que van más allá de lo convencional, que quieren descubrir nuevas formas de transformar el lenguaje cinematográfico. Aunque nos gustaría verlas todos, hemos hecho una lista de las pelis incluidas en la competición del festival que no te puedes perder de ninguna manera.

Babyteeth
, de Shannon Murphy (2019)

Esta no es otra película de la larga lista de comedias romántica indie de ‘chica adolescente con cáncer’, pues la opera prima de la realizadora australiana Shannon Murphy enlaza drama y comedia demostrando una emotiva madurez narrativa. Moses, un camello con serios problemas de adicción, llegará como un huracán a la vida de Milla, poniendo patas arriba su vida y la de toda su familia. Un filme sobre los límites de la empatía y la dificultad del equilibrio entre el deber y la intensidad del primer amor.
Matthias & Maxime, de Xavier Dolan (2019)
Por la filmación de un cortometraje para la universidad, dos amigos de la infancia se besan. Este beso provoca en ellos una serie de preguntas y reflexiones sobre sus preferencias sexuales. Así se presenta el nuevo film de Xavier Dolan, que sigue reuniendo todas las características de su cine –estallidos musicales pop, relaciones materno-filiales tormentosas, inseguridades existenciales–, pero desde una forma más comedida y menos visceral que en sus anteriores trabajos. Descubre la historia de la despedida de dos amigos que quizás sea también la despedida de una etapa para este director.
V Krag, de Stephan Komandarev (2019)
Es de noche. Se cumplen treinta años de la caída del muro. El balance no puede ser más desolador: extrema derecha, tráfico de inmigrantes o un geriátrico que es puro terror. Así se presenta el filme de Komandarev, un retrato de tres parejas de policías de Sofía (Bulgaria). A través de las rondas de los policías, propone un viaje por una sociedad que todavía está buscando su propósito y su identidad. Un retrato de los seres humanos y su dualidad, del equilibro entre la corrupción y el deber de estos policías.
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The Beach Bum, de Harmony Korine (2019)
El director Harmony Korine vuelve con otra oda al hedonismo lisérgico con la historia del personaje central, Moondog, un poeta que disfruta de una situación acomodada, pero que sin embargo prefiere la vida bohemia, el alcohol, las drogas y la pesca en los cayos de Florida. En definitiva, un hombre rebelde que vive la vida a lo grande y que dinamita todos los valores de la sociedad ‘bienpensante’. Aunque el hilo argumental no es el mismo, podría parecer una secuela estética y espiritual de Spring Breakers (2013).
Systemsprenger, de Nora Fingscheidt (2019)
Benni es una niña que más allá de no encajar en una determinada estructura social, directamente la erosiona desde su etapa más prematura. Abandonada por su madre, acompañamos a la enérgica e indomable Benni en su búsqueda salvaje del amor. Aunque vaya a una familia de acogida, a un hogar social o a una escuela de educación social la acaban echando; la llaman la ‘rompe estructuras’. Esta ópera prima de Nora Fingscheidt fue la ganadora del premio Alfred Bauer en la pasada edición de la Berlinale.

Les Perseides
, de Alberto Deuxes y Ànnia Gabarró (2019)

Una adolescente acompaña a su padre a cerrar la casa de sus abuelos. Los modos de la religión, los secretos escondidos, el miedo o el descubrimiento inundan la película. Una estadía de verano en la que los dos comparten espacio y crecimiento en un lugar íntimo y doloroso donde ambos coinciden. La adolescente descubrirá otros mundos posibles, la presencia de la muerte, los juegos del miedo o la confirmación de un extraño pasado. Se trata del fin de la infancia, de la angustia de los espacios cerrados y de la luminosidad que brilla fuera reclamando su descubrimiento.
El trabajo, o a quién le pertenece el mundo, de Elisa Cepedal (2019)
Se trata de una elegía al mundo de la minería del carbón en Asturias, en la que ficción y no ficción se funden y se confunden. En este primer largometraje de Elisa Cepedal, podemos seguir vislumbrando virtudes de sus películas cortas –rigor bressoniano, economía de planes, precisión de los encuadres, montaje exacto– y, a la vez, también desplaza la mirada hacia las propuestas más vanguardistas del cine contemporáneo. Una mirada emocional y política, con mucha crítica al sistema capitalista.
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Hvítur, Hvítur Dagur, de Hlynur Pálmason (2019)
En Islandia, donde la vista no distingue entre el cielo y la tierra en los amaneceres, vive Ingimundur. Este jefe de policía retirado nos conduce por un thriller de suspense donde empieza a sospechar de una infidelidad por parte de su esposa fallecida. Esto se convertirá en su obsesión, y a la vez, en una muestra de que el amor puede ser mucho más frío que la muerte.
Lan Xin Da Ju Yuan (Saturday Fiction), de Lou Ye (2019)
Un sólido thriller de espías de corte clásico rodado en blanco y negro en el que la verdad y la mentira se mezclan continuamente. Lou Ye nos transporta al Shanghai de diciembre de 1941, a pocos días de los ataques japoneses a los enclaves de los países occidentales en la ciudad china y Pearl Harbor. Todo un juego de lealtades y afinidades, de cruces de realidad, ficción, teatro representado y engaños en los que participan espías, dobles agentes, actrices, directores, amantes presentes y pasados, exmaridos y figuras paternas.
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Lillian, de Andreas Horvath (2019)
Se trata del retorno de una inmigrante rusa afincada en Estados Unidos a su Ítaca particular –su nación natal. Auspiciado por uno de los documentalistas más reputados de Austria (su país), Ulrich Seidl, el camarógrafo y escritor Andreas Horvath nos muestra una travesía a pie a través del asfalto, la tierra y el hielo que no solo captura el misterio de estos lugares inimaginables sino también el proceso de maduración interna y de redefinición identitaria. Una docu-ficción que sirve como un ejercicio antropológico que confronta el yo presente y la realidad anhelada, y cuya esencia sobrevive en nuestra memoria gracias a un puñado de imágenes extraídas de una perspectiva única.