Duerme en el accidente que provoca reúne propuestas individuales y colectivas que hablan sobre el hogar en el sentido más amplio de la palabra y qué esconde tras él: las personas, las historias, o los recuerdos son algunos de los temas recurrentes. Además de las obras expuestas, también pueden visitarse actividades satélites o activaciones de las exposiciones, así como la mesa situacional. Dentro de las actividades satélites hay diversas performances como
Anem al xino de
Cangrejo Pro u
Hogar de
Angela Millano.
Entre los artistas que conforman la exposición se encuentra
Hannah Adib con su obra
Weaving identities. En ella, la artista pretende darles forma a las identidades personales y descubrir las culturas que hay a sus espaldas. Con la inspiración en las alfombras tradicionales de Asia Occidental, Adib también explora sus propias raíces árabes y, en definitiva, su propia identidad.
La palabra hogar abarca diferentes significados, y así lo hacen ver
Eva Serrats, Francesc Pla y
Daniel Cid a través de la idea de que quién sale de una casa es porque tiene una. Mediante la arquitectura y el sinhogarismo, cuestionan ideas como los bancos individuales o los pinchos en el suelo, elementos que excluyen y crean una distinción entre las personas y un hogar que no lo es en absoluto. Y con una perspectiva diferente sobre la concepción de casa,
Agnes Essonti pone al espectador ante un plato de comida o, mejor dicho, ante la idea de que compartir un momento es parte del gozo de la vida.
La idea de una vida formada por las experiencias del hogar se entrelaza gracias a la pintura, la performance o la fotografía. El espectador puede pasearse a través de miradas diferentes sobre un mismo concepto y meditar sobre sus propias vivencias. Es una invitación a la reflexión sobre quiénes somos realmente, de dónde venimos y hacia dónde nos lleva dicho origen. Hay obras que idealizan la noción de hogar mientras que otras la cuestionan.