El principal atractivo de la jornada. Para presenciar la nueva colección de Dominnico tienes que estar en la fila media hora (o más) antes, si no es posible que la horda de seguidores de una de las firmas más trendy en el panorama actual te dejen sin sitio. Tras una larga espera ambientada por una música techno que te hacía sentir más en una rave que en un desfile, y con rumores a lado y lado sobre la posible aparición de ciertas figuras muy queridas e icónicas de la cultura española, la expectación no hizo sino crecer hasta la aparición de la primera modelo.