Las decisiones relativas al espacio, tanto las llevadas a cabo por el público como las que corren a cargo de la institución, cobran gran significación en Charlotte Posenenske: Work in Progress. Como mencionó la comisaria, con la distribución de las obras, “cambia la sensación no solo del espacio, sino de la pieza en sí”. La forma de presentar las piezas ha sido decisión de la institución barcelonesa, que ha optado por trabajar con distintas alturas y con una organización por bloques de color. De igual modo, la muestra se presenta con un diseño expositivo que, como mencionó Ferran Barenblit, director del MACBA, “recupera la apariencia que tenía el museo cuando fue inaugurado, en los años 90”: claraboyas visibles que permiten el paso de la luz con la voluntad de conseguir un espacio abierto y de dejar, citando las palabras de Hiuwai Chu, que las obras establezcan “un diálogo con el museo mismo”.
“Las cosas que hago son variables, lo más simples posible, reproducibles. Son componentes de un espacio, ya que son como elementos constructivos, siempre pueden ser reorganizadas en nuevas combinaciones y posiciones, y, por lo tanto, alterar el espacio.” El manifiesto que escribió la artista en el 68, además de ratificar el carácter sustancial del lugar en el que se ubicaban sus obras, fue el precedente del fin de los años de producción artística. “El arte es una mercancía de contemporaneidad transitoria […] Me es difícil aceptar que el arte no pueda aportar nada para solucionar los problemas sociales que nos apremian.”. Decepcionada con los límites del arte, Posenenske abandonó su carrera artística, en 1968, para dedicarse a la sociología, especializándose en el estudio del trabajo y la producción industrial.
Fue un período breve pero intenso (de 1956 a 1968) el que Charlotte Posenenske dedicó a la producción artística. Entre el minimalismo y el conceptualismo, el arte participativo y la performance, la práctica social y la crítica institucional, las creaciones de la autora alemana –con las que respondió a las preocupaciones sociales y económicas de su época y cuestionó, incansablemente, el status quo del mercado del arte– son el eje vertebrador de una retrospectiva con la que el MACBA reivindica las contribuciones al discurso del minimalismo y del conceptualismo de una artista contemporánea con voz crítica y propia.