Cuando nació en 2004 en un garaje de Oceanside, Brixton tenía como objetivo principal convertirse en un referente en headwear. Hoy, además de haber cumplido a nivel internacional la meta que la hizo nacer, la marca tiene también una línea de ropa. Una evolución natural caracterizada por el eclecticismo en cuanto a material y confección en todas las piezas. Y la alta calidad hace la excelencia; algo que se comprueba a través de los nombres de sus embajadores para la temporada más fría del año: el skater Jason Jessee, el surfista Troy Elmore, el moto builder Mark Choiniere, el tatuador Blake Wernli y la modelo Trew Mullen. Gente real, que quiere a la calle y que con Brixton evoca a la vez tradición y contemporaneidad.
Con una campaña fotografiada en suelo americano entre moteles y bombas de gasolina, podemos encontrar los eternos beanies o modelos como los snapbacks y los sailor caps. La gama cromática de la colección se basa en el beige, el negro, el rojo y el marrón, pero sean de pana, de cotton twill o franela, lo difícil será no perder la cabeza y llevártelos todos a casa.






