“Rompe con la coreografía y dramaturgia del museo”, explica María Berríos, la directora de Conservación del MACBA. La obra se exhibió por primera vez en 2019 en las calles de Río de Janeiro, y la propuesta –objetos pasando sobre las cabezas de los transeúntes– supuso toda una innovación en la manera de entender el arte. Con la colaboración de Hangar y la Escola Massana, Balé literal lleva esta propuesta al siguiente paso: la sala de un museo para permitir que el visitante interactúe y así empuja, como dice su creadora Laura Lima, con los límites del espacio de pensamiento.
Para llevar a cabo la obra, la artista brasileña se ha servido de palabras y objetos que la han acompañado durante más de tres décadas. Con la ayuda de una sala adyacente que sirve como almacén y un equipo coreografiado para que todo siga su curso, los artefactos van apareciendo por la sala, cruzando entre los espectadores y ‘danzando’ al ritmo de una melodía que no deja de sonar. El espectador puede interactuar con la obra, está pensada para ello. Los objetos que aparecen se mueven sobre los espectadores, y estos pueden observarlos de lejos, de cerca, hacerles fotografías o tan solo disfrutar de ellos.
Balé literal es una crítica a las exposiciones retrospectivas, un montaje que pone en movimiento la obra de arte y la aleja de toda concepción con la que el espectador pudo entrar a la sala. El arte se puede entender de diversas maneras, Laura Lima lo sabe, y quiere trasladarlo a los espectadores, romper la idea que se tiene sobre cómo se disfruta de las obras de arte. Si tienes curiosidad y quieres experimentar todo lo que tiene por ofrecer, acércate y déjate llevar por lo desconocido.