Empezamos como no puede ser de otra forma: por el día. Justo al lado del Village, la instalación interactiva de Absolut no pasa desapercibida. Desde fuera puedes intuir qué sucede dentro; pero no te quedes ahí mirando, lo mejor es vivirlo en primera persona. ¿Entramos? Para hacerlo es necesario rellenar primero un formulario. Tus respuestas se traducen en un color determinado, lo mismo que sucede con el resto de usuarios. Una vez cruzas la puerta entras en un espacio nebuloso en el que la luz y el color cambian en función de las diferentes personas con las que te vas encontrando. De esa forma la instalación acaba convirtiéndose en un organismo vivo, mutante, mientras tú avanzas a tientas entre el humo y las variaciones cromáticas suspendido por un momento en un cápsula ajena al trasiego exterior.