Anel Yaos sabe de lo que habla. Sus respuestas, impregnadas de conocimiento y experiencias, demuestran que, desde que fundase su marca hace casi 10 años, no ha dejado de mimar su proyecto personal luchando a contracorriente contra todo tipo de obstáculos y dificultades. Al haber presentado sus creaciones hasta en tres ocasiones en la pasarela EGO de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, el diseñador promueve la defensa de la personalidad y la visión propia de los creativos como única forma de diferenciarse en un mercado extremadamente competitivo. También reivindica la importancia de tener los pies en la tierra y no perder la conexión con las raíces.
A sus orígenes rinde homenaje precisamente el diseñador sevillano con su nuevo drop, Encarni 22. Una propuesta con la que homenajea a su madre, con la que reconoce mantener un vínculo muy especial basado en la fé ciega y el apoyo constante. “Sus palabras son lo único que necesito para mantener la calma, despejar mi mente e iluminarme para después seguir”. Hablamos con Anel para conocer más sobre sus comienzos en la industria de la moda, los baches que se ha encontrado en el camino y preguntarle por sus planes a futuro.
Natural de Sevilla, te hemos visto desfilar en 080 Barcelona Fashion y en Mercedes-Benz Fashion Week en repetidas ocasiones. ¿Cómo estás y desde dónde nos contestas?
Estoy bien, más viejo pero con la misma ilusión y ganas que al principio. Ahora resido y trabajo en Madrid, pero sigo muy ligado a mi familia y a mi ciudad natal.
Pero si nos remontamos a la presentación de tu primera colección, a los orígenes de Anel Yaos como marca, debemos hablar de la ya extinta Valencia Fashion Week, ¿no es así? ¿Cómo recuerdas este momento?
Recuerdo mucho aquellos momentos. Fueron los principios de un joven diseñador ingenuo e ilusionado con ganas de enseñarle al mundo su trabajo y demostrar de lo que era capaz.
Más allá de los shows y las apariciones en prensa, lo verdaderamente importante para una firma de moda, como negocio que es, es la búsqueda de financiación y lograr hacer de la misma un proyecto económicamente sostenible. ¿Sientes que has conseguido este codiciado objetivo?
Ciertamente, el camino de la moda nunca ha sido fácil, pero siento que ahora me encuentro en un punto más maduro que al principio. Aun así sigo en la búsqueda constante de un mejor posicionamiento y, además, de vender la marca de forma online. Colaboro con Valyty Place en Madrid, vendiendo tanto física como digitalmente mis propuestas.
¿Y cuáles fueron los primeros pasos que tuviste que dar como marca una vez debutaste sobre las pasarelas? ¿Cuánto tiempo tuvo que pasar hasta que vendiste tus primeras prendas?
Con mi colección de final de carrera gané dos premios, uno que me permitió cursar el Máster de Dirección de Arte, Estilismo y Publicidad en la Escuela Felicidad Duce de Barcelona, y el otro que me dio el apoyo económico para la creación de mi segunda colección Rohumine, que desfiló en la Valencia Fashion Week. Con ella me llevé el primer premio a mejor diseñador joven de la temporada. La primera colección, ya mencionada, fue la primera 100% de hombre de Anel Yaos. Considero que fue un éxito ya que marcó el principio de mi carrera, me abrió muchas puertas. Se la vendí casi por completo a unos arquitectos de Nueva York que incluso se casaron vestidos con esas piezas.
“Creo que sí se puede vivir de la moda en España. Lo que no sé es si se puede vivir de ello mediante el consumidor español”, respondía el joven diseñador Juan VG cuando nos sentamos a hablar con él hace unas semanas. ¿Estás de acuerdo? ¿Es posible vivir de la moda en nuestro país?
Cierto es que, comparado con el mercado internacional, en España se consume una moda más clásica y convencional, aunque se van abriendo nichos de público que se lanza a consumir moda que se aleja de esos convencionalismos, como es el caso de mis clientes. Cada vez tengo un mayor público que consume lo que hago y tiene muy claro lo que quiere. Aun así pienso que, internacionalmente, la gente tiene otra visión acerca de la moda y se atreve a llevar piezas más arriesgadas que rompen con ese tinte tradicional.
Fundaste tu marca en 2013, hace casi una década. Lamentablemente, son pocas las marcas que consiguen mantenerse tanto tiempo en un mercado dominado por las tendencias, la incesante búsqueda de nuevos estímulos y un calendario frenético difícil de seguir para los diseñadores independientes y emergentes. ¿Qué lecciones has aprendido en este tiempo?
He aprendido esto precisamente. Lejos de frustrarnos por no estar sujetos a un calendario o por no ofrecer propuestas de tendencias muy marcadas, los diseñadores independientes debemos creer en el producto que hacemos y confiar en que nuestro público fiel sabrá apreciarlo cuando lo presentemos. A mí, por el momento, me ha ido bien con esta forma de trabajar, aunque también creo que el apoyo por parte de las instituciones y de los medios de comunicación no es siempre el deseado. Ojalá hubiera muchas publicaciones que, como la vuestra, nos dieran voz cuando lo necesitásemos. Una de las principales características de mi marca es que siempre ha sido fiel a su estilo y ha mantenido su esencia, no se ha dejado llevar por las tendencias que, al fin y al cabo, son efímeras, porque lo que busco es que mis piezas y mi marca sean atemporales. Es obvio que a lo largo de esta década ha habido una experimentación y una búsqueda, pero dentro del estilo y los cánones de la marca. Esto ha permitido que, según mi opinión, Anel Yaos haya sido tan reconocida y se haya mantenido durante tanto tiempo.
¿Y qué consejo le darías a todos aquellos jóvenes que sueñan con hacer de la moda su profesión?
El consejo que puedo dar a los jóvenes diseñadores es que experimenten, busquen su propio estilo y sean fieles a ellos mismos sin importar las tendencias, ya que eso es lo que hace que una marca perdure; aunque esto no sea para nada fácil. Se necesitan grandes dosis de lucha, tenacidad e ilusión para poder sobrevivir a este mundo.
Ahora presentas tu nuevo drop, Encarni 22. Una propuesta inspirada en tu madre cuya pieza central es su vestido de novia, ahora proyectado desde tu prisma personal. ¿Qué nos puedes contar sobre este lanzamiento?
Encarni 22 es un homenaje a la mujer que me dio la vida, es la forma que tengo de darle las gracias por todo, por estar conmigo en los peores y mejores momentos, por desear incondicionalmente el éxito en mi vida y en mi trabajo. Y porque, por supuesto, ella ha tenido un importante papel en la construcción de mi personalidad y en mi manera de pensar y crear.
Háblanos de tu madre, Encarni. ¿Cómo es tu relación con ella? ¿Siempre te ha apoyado en las decisiones que has tomado?
Sigo unido a mi madre por un cordón umbilical invisible muy fuerte. Desde que me fui de casa no ha pasado un solo día en el que no haya hablado por teléfono con ella, aunque sea simplemente para decir nada y escuchar su voz y su respiración. Tiene una fe ciega en mí y valora mi trabajo como la que más, inculcándome que luche por ello cueste lo que cueste, borrándome los baches que aparecen en mi camino de un plumazo. Sus palabras son lo único que necesito para mantener la calma, despejar mi mente e iluminarme para después seguir.
No hay duda de que este drop esconde un mensaje muy profundo, en el que la mirada al pasado abraza a la que es una de las personas imprescindibles en tu vida. Las prendas encierran un importante significado para ti. ¿Cómo consigues transmitir este mensaje al consumidor final?
Las prendas tienen un gran estudio detrás, tanto en formas, volúmenes, tonos, estampados y tejidos. Están inspiradas en prendas que recuerdo de mi infancia, prendas que me cogieron en brazos, que me acunaron, que callaron mi llanto y cuyo tacto me transporta a una calurosa tarde en la que la tranquilidad reinaba y en la que, estando junto a mi madre, nada malo podía pasar. Lo que busco es llevar al consumidor a ese viaje de sensaciones que se ocultan entre las costuras de las prendas y que hacen sentir lo que yo siento a todo aquel que las toca y se las pone.
¿Crees que la clientela presta atención al significado de las colecciones, al concepto que inspira los proyectos, o se fija única y exclusivamente en el significante, es decir, en las prendas finales?
Creo que hay un 50-50. Hay un mismo número de consumidores que se centran en la prenda porque les gusta el diseño, el tejido, el color y demás; y por otra parte, está el consumidor que se interesa antes por la marca y por la historia de la colección que por la prenda en sí, busca profundizar y sumergirse en la historia que ha dado vida a la prenda que va a llevar puesta, haciendo al consumidor protagonista de una nueva historia.
¿Dónde podemos hacernos con tus creaciones? ¿Cuentas con un e-commerce?
Tengo la suerte de vender bastantes piezas gracias a las redes sociales, a Instagram que deriva a mi página web. Además, como te comentaba al principio, colaboro con Alicia Hernández, vendiendo algunas de mis piezas en Valyty Place, en Argensola, 16, sin duda uno de los showrooms más bonitos y visitados de Madrid por estilistas y mujeres influyentes.
A ti te hemos visto desfilar en el EGO de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid hasta en tres ocasiones. Pero también exponer y vender tus piezas en el showroom de jóvenes diseñadores de la pasarela madrileña. ¿Qué conclusiones sacas de ambas experiencias? ¿Repetirías?
Siempre es una experiencia positiva mostrar tu trabajo y estas dos plataformas son las más importantes de nuestro país. Desfilar en EGO ha sido crucial en mi carrera para posicionarme en el mundo de la moda español, y creo que tener la oportunidad de vender las colecciones en el showroom de EGO ha sido otra de las bazas importantes con las que he contado en estos últimos años. Sí repetiría pero, en este momento, desfilar en Allianz EGO está limitado a tres ediciones y yo ya las he cumplido.
Más allá de tu faceta como diseñador, trabajas como estilista y director de arte, ¿no es así? ¿Cómo se complementan estas disciplinas entre ellas?
En la creación de mis colecciones tiene un papel fundamental mi faceta como estilista, ayudándome a componer la historia mediante combinaciones y superposiciones que ayudan a crear una composición visual que relata todo aquello que quiero transmitir. Además, trabajo con Clara Courel, desde Courel Comunicación, realizando los lookbooks y campañas de imagen de muchas marcas consolidadas y emergentes. Esto supone para mí una gran satisfacción y un reto, ya que puedo ponerme en la piel de otros creativos y asesorarles o guiarles en sus proyectos.
Si tuvieses que quedarte con una única marca internacional cuya visión y forma de entender la moda te parece única y especialmente estimulante, ¿cuál sería y por qué?
Me encanta el trabajo de John Galiano, tanto en su etapa em Dior como ahora en Margiela. Creo que es genial como creativo y estilista. Es uno de los padres de la moda contemporánea.
¿Y cómo valoras la escena de la moda nacional actual? ¿Hay algún proyecto que te guste especialmente?
Sigo muy de cerca el trabajo de algunos compañeros. Admiro a Roberto Diz por la minuciosidad y elegancia con que realiza todas sus piezas, ManéMané por su estética rebelde y Outsiders Division por su trabajo experimentando con el color y la estampación.
“Ahora mismo no tenemos presencial internacional, pero es nuestro siguiente objetivo”, reconocías en una entrevista anterior cuando te preguntaban por tus planes de futuro. ¿Hay algo que nos puedas adelantar? ¿Te veremos subirte a alguna pasarela fuera de nuestras fronteras a corto plazo?
Por el momento no, ¡ojalá! Lo próximo que espero poder contaros es la presentación de una nueva colección en la que ya estoy trabajando, en un desfile que realizaré de forma independiente. Pero aún queda mucho por hacer.