La vida de este treintañero da para serie de Netflix. Tras estudiar Arquitectura en Brighton y Diseño y Management en la Parsons, Alfonso Cobo se hizo un hueco en la lista Forbes Under 30 con su primer proyecto, Unfold, la app que creó para diseñar Stories siendo aún estudiante. El éxito fue tan apabullante que dos años después la compraría Squarespace. Tras ocho años viviendo en Nueva York, el año pasado se mudó a Los Ángeles. Desde allí gestiona sus proyectos: Hypelist una nueva aplicación que te ayuda a hacer listas de todo aquello que se te pase por la cabeza y compartirlas entre los usuarios, Olivar, un conjunto de cuatro propiedades inmobiliarias (en Nueva York, Bellport, Los Ángeles y Madrid) que se alquilan para estancias, shootings o eventos, y el sello discográfico Bad Star. La clave para poder manejar todo esto sin agobios, delegar y sobre todo disfrutar de lo que haces, asegura. Y nos confiesa un deseo: contar su historia en un libro que quizá podría servir a otros para hacer realidad la suya.
Hola Alfonso, ¿cómo estás? ¿Desde dónde nos contestas?, no sé si te pillo en Los Ángeles. Espero que estés bien, es muy fuerte todo lo que está pasando estos días con los incendios, ¿cómo lo estás viviendo, cómo están los ánimos por allí?
Estoy en los Ángeles, afortunadamente estoy bien. Se ha vivido con intensidad, pero ha sido bonito ver cómo se ha unido toda la población para ayudar a aquellos que se han visto más afectados por los incendios.
Te mudaste a Los Ángeles el año pasado después de vivir unos cuantos años en New York, ¿por qué tomaste esa decisión? He leído en algún sitio que New York es una ciudad que te gusta mucho.
Viví en Nueva York ocho años, hasta principios de 2024, cuando decidí probar Los Ángeles. Nueva York me encanta, pero quería probar el estilo de vida de aquí.
Qué tienes ahora, ¿treinta y dos años? No sé si tienes la sensación de que todo ha ido muy rápido. Lo digo, porque visto desde fuera tu trayectoria es fulgurante, pero lo mismo tú no lo sientes así…
La verdad es que todo cambió muy rápido, llegué a Estados Unidos gracias a una beca y con pocos recursos. Con mucho esfuerzo y trabajo, conseguí emprender y alcanzar el sueño americano. Empecé trabajando en un piso muy pequeño, en el corazón de Brooklyn y, rápidamente me vi liderando uno de los productos tecnológicos más demandados de los últimos años. Me gusta compararlo con tener un álbum número uno en ventas, pero sin que la gente sepa quien soy. Llegar a tanta gente con una exposición personal mínima me parece un lujo.
Bueno, luego volvemos a eso, antes de seguir, me gustaría que te presentes a nuestros lectores de forma breve. ¿Quién es Alfonso Cobo?
Me considero una persona muy normal, creativa, con inquietudes. Cuando se me pasa una idea por la cabeza, no paro hasta que la hago realidad. Soy muy exigente conmigo mismo pero, a la vez, todo lo que hago lo hago porque me hace feliz y disfruto haciéndolo. Mi objetivo cada día es aprender algo nuevo.
Naciste en Canarias, creciste en Madrid y tu familia es de Jaén. Háblame un poco de esto. ¿Qué tienes de cada sitio?
Nací en Gran Canaria, pero a los pocos años nos mudamos a Madrid. Toda mi familia es andaluza y, culturalmente, me considero más andaluz. Recuerdo los veranos, Semana Santa y Navidades en familia en Úbeda y en la sierra de Cazorla. Aun así, Madrid es a donde siempre vuelvo. De Andalucía tengo la autenticidad y la cercanía. De Madrid, las ganas de comerme el mundo y una especial sensibilidad por la estética. Canarias me enseñó a conectar con la naturaleza.
¿Cómo fueron tus años de adolescente en el Madrid, ya tenías todas esas inquietudes que desarrollarías más tarde o estabas a otras cosas?
Siempre he querido ser emprendedor, desde pequeño tenía muchas ideas; construía robots, creaba páginas web… Siempre he seguido a muchos emprendedores y no me veía reflejado en ninguno.
Estudias primero Arquitectura en el Reino Unido y luego Diseño Estratégico y Management en la Parsons de Nueva York. Me gustaría saber por qué tras estudiar arquitectura te decantas finalmente por el diseño, ¿era algo que encajaba mejor con tus intereses? ¿Fueron los estudios de arquitectura una manera de canalizar tus primeras inquietudes?
Estudié arquitectura en Brighton, luego trabajé en un estudio de arquitectura en Londres, pero no duré mucho porque ya tenía inquietudes por explorar mis otras curiosidades. Por aquel entonces, surgían nuevos términos como ‘design thinking’ y ‘human centered design’ y me entraron más ganas de aprender sobre ello, ya que combinaba el mundo del diseño con el del negocio. Al final la arquitectura es una forma de resolver problemas para la gente, y esta línea de pensamiento se puede aplicar a otros campos, como el diseño de aplicaciones. Siempre relaciono la forma en la que una persona se mueve por un espacio físico con la forma en la que se mueve por un espacio digital, como puede ser una app.
De aquellos años de formación, ¿con qué te quedas? ¿Cuál es el mejor consejo que te dieron que realmente sientes que te ha servido después?
Me quedo con la importancia del esfuerzo y la constancia para llegar a crear cosas que impacten y trasciendan. El compañerismo es fundamental en todos los aspectos, crear equipo, cuidar de los tuyos; la recompensa es mayor cuando se comparte.
El consejo con el que me quedo es ser amable con todo el mundo a lo largo del camino. Nunca se sabe, un día estás arriba y otro abajo.
El consejo con el que me quedo es ser amable con todo el mundo a lo largo del camino. Nunca se sabe, un día estás arriba y otro abajo.
En 2018, un poco casi sin querer como quien dice, acabas diseñando una app que cambiaría totalmente nuestra forma de compartir contenido en redes: Unfold. Aunque no era eso lo que buscabas al principio, sino una manera de presentar tu portfolio cuando aún eras estudiante en la Parsons. Buscando eso diste con algo que interesó a mucha gente en una época en la que Instagram justo acababa de lanzar sus Stories y andábamos todos como locos subiendo fotos y vídeos todo el rato. Y eso sin una formación en programación de aplicaciones sino a partir de tutoriales en Youtube. Me gustaría saber cuándo o cómo supiste que tenías algo gordo entre manos. Cuándo te diste cuenta de que lo mismo eso iba a ser un pelotazo.
Al principio sólo veía números y sí que era consciente de que la popularidad de Unfold iba creciendo. Pero cuando vi que Selena Gómez, la persona con más seguidores en Instagram en ese momento, la utilizaba, me di cuenta de lo mucho que había crecido. Fue una anécdota graciosa: cuando Selena subió la publicación a su perfil de Instagram y aparecía la marca de agua de Unfold, la gente pensó que era el nombre de su próximo álbum.
Si te digo Steven Bartlett, ¿qué me cuentas? Tengo entendido que no fue muy entusiasta cuando le presentaste el proyecto, pero también que te hizo repensar lo primero que tenías en la cabeza. Siempre esperamos críticas positivas o comportamientos entusiastas sobre nuestro trabajo, pero siento que eso hace que nos acomodemos, a veces un zasca es mejor que una buena crítica, nos pone las pilas.
Desde adolescente fue el emprendedor que más he admirado. Siempre fue mi referente. Es una persona que admiro mucho y quien seguramente más me ha influenciado en mi trayectoria. Tuve la oportunidad de conocerle una vez que vino a Nueva York y no dudé en presentarle la versión inicial de Unfold que por aquel entonces era Portafolio, una app donde enseñar tu trabajo en el iPad a través de plantillas. Aunque estaba muy ilusionado con la idea, tenía razón en todo lo que me dijo. Le di una vuelta a la idea y Portafolio se convirtió en Unfold. Unos meses más tarde, Steven me contactó interesándose en el proyecto, cambiando por completo la crítica que recibí al principio.
¿Cuándo se unió Andy McCune al proyecto y por qué era necesario, si lo era, que se uniera?
Por aquel entonces, mi estrategia era mandar mensajes directos vía Instagram a gente que pensaba que le pudiera gustar Unfold. Una de estas cuentas era un perfil de fotografía de la naturaleza, de la que Andy era dueño. Se llamaba @earth. Él me contestó con un montón de preguntas sobre la estrategia que yo tenía para Unfold, y me resultó raro. Investigué un poco y vi que él había hecho otras aplicaciones virales últimamente. Para más coincidencia, descubrimos que ambos vivíamos en el mismo barrio de Brooklyn. Quedamos en una cafetería y al poco rato de hablar con él, sentí que él tenía la pieza que a mí me faltaba en el puzzle. Él dirigía la parte de marketing y crecimiento y yo producto y diseño. Para mí fue una parte indispensable del éxito.
La creación de Unfold de alguna forma marcaría un camino que veo que luego has ido siguiendo. Creaste una aplicación porque buscaste una para crear tu portfolio y no la encontraste. Cinco años después, a finales de 2023, crearías otra nueva para hacer algo con todas esas listas que todos tenemos perdidas por mil sitios, imagino que tú también. Esa app se llama Hypelist y veo que la usas mucho, hasta tienes una con los propósitos de este año. ¿Por qué nos gustan tanto las listas?
Yo soy muy obsesivo con las listas. Es como me organizo mi vida, ya que voy a mil por hora y tengo mil cosas en la cabeza. Tenerlo todo ordenado y escrito me da paz y tranquilidad. Mi mayor chute de dopamina es cuando tacho algo que tenía por hacer de mi lista. Hasta lo más pequeño que tenga que hacer, ¡ahí está apuntado!
Quería trasladar mi obsesión por la organización a una forma digital. Esos sitios a los que quieres ir, esos libros que te recomiendan, esas cosas que tenemos desorganizadas por distintos sitios. Hypelist te ayuda a organizar todo en un solo sitio y de forma bonita e intuitiva. ¡Espero que traiga algo de paz!
Quería trasladar mi obsesión por la organización a una forma digital. Esos sitios a los que quieres ir, esos libros que te recomiendan, esas cosas que tenemos desorganizadas por distintos sitios. Hypelist te ayuda a organizar todo en un solo sitio y de forma bonita e intuitiva. ¡Espero que traiga algo de paz!
Si el diseño consiste en buscar soluciones funcionales de forma estética a ciertos problemas, está claro por qué acabaste estudiando diseño pero, ¿qué te aportan tus estudios de arquitectura en todo este bagaje profesional?
¡Muchísimo! Siempre pienso que es de lo mejor que puedes estudiar incluso si no quieres acabar de arquitecto. El trabajar duro, aprender a colaborar con otra gente (por ejemplo, ingenieros), una sensibilidad especial hacia lo estético. Está todo conectado.
Encuentro en Google que el primer día que lanzaste Hypelist tuvo cinco mil descargas, no sé si me querrás dar la cifra de las descargas que lleva hasta ahora, ni siquiera sé si eso de las cifras te parece algo importante…
Intento no dar cifras de descargas, pero si te puedo decir que actualmente tenemos más de un millón de recomendaciones reales hechas en Hypelist. Una locura, la verdad.
Gracias a que Unfold tuvo un éxito brutal, que se traduce en millones de usuarios, Squarespace la compró en 2019. A lo mejor esta pregunta es un poco ingenua pero, ¿siempre tuvisteis claro que la venderíais?
La verdad es que no empecé Unfold con la idea de que se convirtiera en lo que se convirtió, pero a medida que iba teniendo más éxito me planteé las dos opciones para una startup: o vender en el momento adecuado, o planear para convertirte en un gigante y salir a bolsa más adelante. Si te soy 100% sincero, no me parece tan divertido liderar una empresa gigante, así que no tuve dudas cuando encontré el momento adecuado. Había varias opciones, pero sabía que quería escoger la que se alineaba más con mis valores y manera de pensar.
¿Cómo cambia la vida de un chaval de veintiséis años que de pronto cierra una operación de esta envergadura?
Pues la verdad es que fue muy fuerte todo, y nadie te prepara. Fue un cambio muy grande para mí y mi familia, y lo que tenía claro es que tenía que ir muy despacio y con mucho cuidado. Lo primero que hice fue protegerme y rodearme de gente que me pudiera aconsejar. Como persona no creo que haya cambiado mucho, pero sí puedo vivir experiencias ahora que antes ni imaginaba. Eso sí, y aunque sea lo más cliché del mundo, al final el dinero es una herramienta, pero no es algo que te de la felicidad.
En toda esta historia de Unfold, ¿cuánto crees que hubo de visión, cuánto de suerte y cuánto de curro? Es un poco eso de estar en el lugar preciso en el momento correcto, pero también aquello de que la suerte tiene que pillarte trabajando…
Es una combinación de exactamente las tres cosas que has mencionado. Aunque si te digo la verdad no me gusta la palabra ‘suerte’. Es más estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Me lo curré muchísimo. Mientras otros chavales de mi edad salían de fiesta, yo me quedaba en casa trabajando en esto. No me gusta glorificar la hustle culture que se llama por aquí, pero si quieres conseguir algo grande tienes que hacerlo por la ruta difícil.
Tengo entendido que durante un tiempo estuviste llevando Unfold en Squarespace, pero enseguida te marchaste a Los Angeles, ¿no?
Vendí en 2019 y me fui en 2023, así que estuve cuatro años. Fue como un master de business. Lo que la gente aprende en cuarenta años de carrera yo creo que lo viví en cuatro: salir a bolsa con Squarespace, lanzar nuevos productos, una pandemia, multiplicar el equipo, los tech layoffs, la inestabilidad política con la guerra de Rusia y Ucrania.
Lanzaste Hypelist en 2023, ¿pero en qué momento empezaste a darle forma a esa idea?
La beta se lanzó justo a finales de 2023 y ya oficialmente la lancé en 2024. Llevaba con la idea desde hace bastante tiempo. Yo seguía con el problema de no poder encontrar las respuestas correctas a través de Google, y constantemente veía a gente preguntando por recomendaciones en sus stories de Instagram. También dentro de Squarespace lancé un producto que se llamaba Bio Sites, y el trabajo que hice de diseño ahí (mini páginas web para compartir links) me inspiró un poco el diseño de Hypelist.
¿Dirías que Hypelist es ya una aplicación de referencia o todavía está en proceso? He visto por ahí a gente que ya la utiliza como Manu Ríos, Guitarricadelafuente o María Bernad, por ejemplo.
Creo que vamos a llegar ahí. Lanzar apps nuevas hoy en día es complicado, no va sobre tener una buena idea, sino de cambiar comportamientos humanos.
¿Cuantas apps nuevas introduces en tu día a día cada año?
Una como máximo. Poco a poco tengo que ir cambiando ese comportamiento y que Hypelist se convierta en un hábito diario.
¿Qué compartes tú en Hyplist? ¿Se pueden hacer listas que sean privadas, escoger lo que listas para ti y lo que quieres compartir con los demás?
¡Literalmente de todo! En mis listas públicas comparto los libros que he leído, películas que he visto, sitios a donde viajo y hasta la ropa que me pongo. Luego también tengo privadas, donde añado contactos, planifico contenido, etc.
Sé que el business no lo es todo, pero imagino que alguna vez sí se te habrá pasado por la cabeza algo tipo, mira que si vuelve a pasar como con Unfold…
Intento no comparar el éxito anterior con lo que estoy haciendo ahora, por que sé que es casi imposible de replicar. También el mundo de las apps ha cambiado mucho en los últimos seis años. Yo con disfrutar con lo que estoy haciendo soy feliz.
Aparte de Hypelist, he visto que también has montado un sello musical, Bad Star, y estás con lo de Olivar Homes, un conjunto de propiedades lujosas y exclusivas que alquilas tanto para estancias largas y cortas como para shootings o eventos. Desde luego, no sabes estarte quieto. ¿Cómo te organizas con todo? ¿Tienes un equipo para cada proyecto, un estudio desde donde llevas todo? Espero que seas de los que sabe delegar. O de los que duerme poco.
¿Te puedes creer que trabajo bastante menos que cuando estaba en Unfold? He aprendido a organizar mi tiempo muy bien, delegar, y me rodeo de gente en la que puedo confiar. También puedo compartir equipo de una cosa a otra, como la diseñadora gráfica. Todo lo que hago lo hago porque lo disfruto mucho. Quería aprender más de la industria de la música, sobre todo al mudarme a Los Angeles, y ¿qué mejor manera de hacerlo que meterme en todo el meollo y empezar un sello musical independiente? Intento conectar todo lo que hago. Las tres han funcionado juntas.
Háblame de Olivar, ¿cómo surge este proyecto? Leí que se llama así como homenaje a la tierra de tu familia, Jaén, y me pareció muy bonito.
Olivar es una forma de no aferrarme a lo físico. Decidí invertir en casas cuando vendí Unfold, y ponerle todo el amor y pasión por el diseño y la arquitectura para hacerlas lo más bonitas posibles, todas con un toque del sur de España, ya puede ser por la cerámica que encuentras o por los olivos. Pensé que estos espacios no solo deberían existir para disfrutarlos yo, si no para quien quiera. Literalmente abro las puertas de mi casa a quien desee quedarse unos días. De esta forma no me siento forzado a quedarme en un solo sitio, y es una buena excusa para seguir viajando y descubriendo mundo.
¿Cómo de importante son las raíces para ti? Tú además que llevas tanto tiempo fuera, ¿no echas de menos España?
No te voy a mentir, lo que más quería con diecisiete años era salir de España. Fui uno de esos que no veía mucho futuro, parte de la fuga de cerebros de 2010 después de la crisis financiera. También necesitaba tiempo y espacio para descubrir quién era yo y lo que quería hacer. Pero ahora, con perspectiva y experiencia viviendo en otros sitios, de verdad que nada se compara con la cultura y la buena vida de España. Es muy especial lo que tenemos y no se valora. Y reconozco que tuve que salir para darme cuenta de ello.
Olivar ahora mismo son cuatro propiedades en diferente lugares, en Bellport, Nueva York, Los Ángeles y Madrid, todas ellas preciosas y con una arquitectura y un interiorismo que apelan a un lujo sosegado, sin estridencias, que transmiten calma con solo mirar las fotos. ¿Te has involucrado activamente en el diseño de sus interiores o tu trabajo tiene que ver más con la gestión de los espacios?
Sí, todos los espacios vienen de ideas que tengo. Es mi manera de salir del mundo digital, diseñar espacios físicos. Algunos los diseño yo solo, y en otros colaboro con diseñadores de distintas partes del mundo, como puede ser Helena Clunies-Ross o los españoles OOAA. Suelo quedarme un tiempo en el espacio para entender la energía y saber cómo elevarlo. Me ayudan mucho buscando opciones y piezas muy especiales para después poder elegir. Cada espacio me dice algo distinto, pero a la misma vez todos están conectados y son una parte de quién soy yo.
Estos espacios van muy enfocados a un target creativo o influencers y me pregunto, cómo funciona esto, ¿buscáis un público tan específico o no necesariamente?
Por ahora sí buscamos un público bastante exclusivo. Hacemos colaboraciones y muchas veces llegan clientes por el boca a boca. También estamos bastante activos en Instagram.
¿Qué conexión dirías que podemos establecer entre Olivar y Unfold? Aún siendo proyectos radicalmente diferentes, hay un algo, cierta forma de entender la belleza, de amar la simplicidad, que para mí los hace muy cercanos. Veo las fotos de la web, y me llevan a aquel chaval de veinticinco años que buscó una forma bella y sencilla de mostrar sus trabajos.
Todo lo que hago está conectado. Uso cada proyecto para explorar un lado de mí. Unfold era mi lado más sofisticado y minimalista, mientras Hypelist es mucho más vanguardista y edgy. Ahora no tengo tanto miedo en tomar riesgos, y hago un poco lo que me da la gana. Yo diría que Olivar es una mezcla de los dos, elegante pero arriesgado con algunos materiales y elecciones de diseño. En cada espacio quiero que haya algo que llame la atención y sea muy especial, ya sea un árbol en medio de una habitación o una pared de metal.
Rápido, que tenemos que ir acabando, ¿qué es Bad Star y qué proyectos tienes con el sello a corto plazo? ¿Algún artista que nos quieras descubrir?
Con Bad Star acabamos de sacar un EP de nuestra artista Cara Hart. El EP se llama No Angel y tiene cuatro canciones muy especiales y experimentales. Del pop la electrónica más oscura, ¡te gustará mucho! Por ahora voy a pausar temporalmente Bad Star en esta primera mitad de año para concentrarme a full con las oportunidades que estoy teniendo con Hypelist y Olivar, es verdad que no se puede hacer todo en esta vida.
Te preguntaba al principio de la entrevista si no tenías la sensación de que había pasado todo demasiado rápido. En todos estos años, ¿hay algo relevante que hayas aprendido que sientas que vaya a acompañarte durante el resto de tu vida?
Los primeros dos años de Unfold, desde el inicio a la venta, fue algo que nadie se puede llegar a imaginar. La velocidad a la que iba todo. Un día estabas en la cima y otro te pasaba lo peor del mundo. Pasaban tantas cosas que no llegué a disfrutar del momento. No es una carrera, y es una pena esperar a disfrutar al último momento, porque realmente no hay un momento ‘final’ donde de repente esté feliz. Hay que saber disfrutar del día a día, pausar para darte cuenta de la oportunidad que estás teniendo en construir algo tan especial. Esta mentalidad me acompaña todos los días: disfrutar de la tranquilidad y de no hacer nada. Si me quiero tirar la mañana mirando a mis pececillos, me permito hacer eso.
Veo en tu lista de propósitos para 2025 que has escrito quince propósitos, sé sincero: ¿cuántos crees que habrás cumplido cuando acabe el año?
Si te soy sincero, ¡ya la mitad son del año pasado que no cumplí! Pero no pasa nada, cada día es una nueva oportunidad. Espero poder cumplir al menos otra mitad.
Esa lista da para otra entrevista, empezando por eso de que te gustaría comenzar a escribir un libro. En Hypelist compartes libros que de una forma u otra te han ayudado en tu vida, tanto profesional como personalmente, ¿ha llegado ahora el momento en el que tú escribas uno que ayude a los demás o no va por ahí la cosa?
La verdad es que es la espinita que tengo clavada. Tengo tantas historias que contar. Siempre pienso que esos dos años que van de estudiante becado que le pedía dinero a sus amigos para poder pagar el alquiler y el día que vendo la empresa de para serie de Netflix. Voy a intentar cumplir ese propósito y escribirlo.