Desde que lanzase su marca homónima de menswear hace apenas dos años, Eñaut Barruetabeña no ha dejado de apostar por un minimalismo mayúsculo. Abanderado declarado del ‘menos es más’, es en el patronaje, los detalles y la belleza de lo simple donde reside la fortaleza de este joven creador. Su última propuesta así lo demuestra. No obstante, su nueva colección conlleva novedades respecto a sus dos anteriores trabajos, Newfoundland (S/S 2020) y Exodus (A/W 2020), ambos desvelados sobre la pasarela barcelonesa. No hay rastro del negro, su color fetiche y al que tendía a reservar un destacado espacio exento de otras tonalidades. Tampoco versa sobre sí mismo, como hiciera en su colección debut con el propósito de darse a conocer a la audiencia.
Permafrost nos traslada al deshielo, concretamente a la capa del subsuelo de la corteza terrestre congelada de forma permanente del mismo nombre. Un recorrido por los suburbios glaciares que corren el riesgo de desaparecer a consecuencia de la actividad humana, que se materializa en prendas holgadas de corte recto. Eñaut parte de la dicotomía entre lo oscuro y lo bello para pasar a demostrarnos su inherente conexión a través de la experimentación con estampados de inspiración marina que suceden a looks monocromáticos en un impoluto blanco con notas metalizadas e iridiscentes. Las sudaderas y camisas de aires deportivos se combinan con petos, collares y pendientes firmados por Tó Garal.
El minimalismo impera no solo en las piezas que conforman la colección, sino también en la puesta en escena desarrollada en el interior del Recinte Modernista de Sant Pau. La veintena de looks se exhiben conjuntamente en penumbra momentos previos a que comience el desfile. Los modelos avanzan, de uno en uno, atravesando un espeso humo a su paso conformando dos filas entre las que discurre la última salida. Una presentación que aboga por la sencillez, la pulcritud y la funcionalidad; valores que prometen convertirse en protagonistas de la moda post-pandémica.