El relieve y lo táctil de algunas de sus piezas llega a invadir nuestro espacio vital. Sus kilos de pintura nos abruman, pero también nos acogen. La pintura como fenómeno en el que la figura es la misma pintura, su gesto. Sus obra es el resultado de los procesos pictóricos que la generan. Aceptando el error. Y su sentido está en ella misma, no en elucubraciones producidas a su alrededor.