Un interior que transmite la misma idea rompedora y original de su cocina que, de la mano de César Galán, se ha posicionado en el competitivo entorno gastronómico de Madrid con una propuesta honesta y sin pretensiones: “para pedir, antes hay que dar,” nos explica Jesús Diego, mientras disfrutamos de un exquisito Postre Teckel. Un postre solidario que destina un euro a la Fundación Aladina, dedicada a ayudar a niños y adolescentes enfermos de cáncer y a sus familias.
Son muchos los ingredientes que utilizamos y que están consiguiendo que Teckel esté completo desde el día que inauguramos. Cocina sencilla, donde el producto es el protagonista, platos bien elaborados, un espacio exclusivo diseñado por Cousi Interiorismo, precios ajustados y, por encima de todo, que Teckel esté al alcance de todos. Queremos que el cliente disfrute en un ambiente cuidado, alegre, que invita a hacer de una cena una velada interminable.
Sí, varios de formación y otros de años de experiencia en el sector. Aprendemos todos los días de todos: del personal, de los socios y, sobre todo, del cliente. Nuestro mayor acierto ha sido saber mimar a nuestros empleados, conservar la humildad y dar lo máximo cada día, con el objetivo de que nuestros clientes repitan y nuestros potenciales clientes decidan darle una oportunidad a nuestro restaurante.
El nombre procede del amor de los fundadores por la raza de perro “Teckel”, nos gustaba su sonoridad y simpleza, por lo que evoca. Se votó en una reunión, nos gustó y fuimos directos a por él.
Sí, ha formado parte de nuestro equipo desde el origen del proyecto. César es íntimo amigo del grupo que formamos Teckel. Sabíamos que él era la persona más adecuada por su trayectoria, dilatada experiencia y potencial, pese a su juventud. Conoce perfectamente lo que nuestros clientes quieren, y por eso era clave contar con él desde el inicio del proyecto.
Nuestra carta gira en torno a tres factores fundamentales: tradición, producto y personalidad. En ellos nos basamos para ofrecer a nuestros clientes una experiencia de sabores, olores y texturas ideal para todos los gustos. Presentamos una propuesta gastronómica que definimos como “un conjunto de sabores tradicionales, de recetas de toda la vida, en formatos de mercado, que permiten apreciar el producto en el plato, presentado de una manera muy personal.” Además de contar con la mejor materia prima de áreas próximas, la carta de Teckel incluye productos procedentes de otros lugares, como la Hamburguesa de El Capricho de León, considerada la mejor carne del mundo, o el Tiramisú de la Nonna Nella. Nuestra carta irá cambiando de manera periódica, supone el esperado encuentro con la cocina de nuestras abuelas y con su forma de moverse entre los fogones con cariño y mimo, consiguiendo crear una relación directa entre el cocinero y el cliente. Os recomendamos que probéis, por ejemplo, las croquetas de piña y sobrasada, que son muy especiales. También están teniendo mucho éxito otros platos como la Fondue de queso, patata, setas, cebolla crujiente y puntilla de huevo o cuarto y mitad de lomo de atún marinado con guacamole y chile habanero.
La terraza podremos disfrutarla a mediados de este mes de noviembre. Un espacio único para 80 personas donde también los perros tendrán su protagonismo, ya que podrán acompañar a sus amos y tendremos una atención especial para ellos.
Las modas y las tendencias pasan muy rápido en este acelerado siglo XXI y, por ello, nada mejor que los atributos tradicionales para permanecer en el tiempo. Gracias a todo esto, hemos conseguido que convivan distintas generaciones a la perfección, en un ambiente relajado con un servicio excepcional. En Teckel podremos encontrarnos a personalidades importantes del mundo de la gastronomía y la moda que, de momento, se confiesan adictos a nuestros platos.
















