SuTurno surgió en 2007 en Madrid como un proyecto personal que pusimos en marcha Julia Vergara y Javier Gutiérrez. Ambos veníamos de trabajar en otros ámbitos (Arquitectura, Diseño Gráfico, Comunicación...) y, cansados de lo que estábamos haciendo en ese momento, tomamos la decisión de crear una marca a través de la que materializar creaciones propias, dar salida a proyectos con los que soñábamos y meternos de lleno en la creación textil.
Las ideas surgen a partir de experiencias personales muy diversas, desde un concierto al que asistes hasta una exposición o un viaje a otro país, que sobre todo aportan un ánimo propicio para crear. Pero en realidad lo que mejor describe nuestro trabajo son las fuentes en las que no nos inspiramos de forma consciente. No seguimos tendencias ni forzamos nuestro estilo para ser más comerciales o actuales, sino que tratamos de ser fieles a nuestro toque personal, a nuestra propia identidad como marca, y en esa diferencia reside probablemente nuestra mayor fortaleza. También le damos mucha importancia a las gamas de colores, las texturas, y al ritmo en la repetición de los elementos, tratando de crear una pieza más camaleónica, que no requiera meditar con qué la combinas, sino que se adapte con facilidad a tu armario y se convierta en un accesorio casi de uso diario.
El interés por la geometría en buena parte se debe al pasado profesional de Julia en el mundo de la Arquitectura, pero esas geometrías están planteadas siempre de manera imperfecta. Una poderosa fuente de inspiración es también para nosotros la naturaleza, la cual está formada por elementos que se repiten pero siempre, aunque sean geométricos, hay una imperfección en ellos, y esto a nuestro parecer es precisamente lo que hace el resultado final tan atractivo. Por eso cuando desarrollamos un diseño potenciamos de alguna manera esa falta de precisión a partir del empleo de técnicas de ilustración manuales, que se han convertido en una de nuestras señas de identidad. También lo son las texturas orgánicas y, en general, los motivos creados de una forma directa sobre el papel, sin recurrir al ordenador más que al final del proceso de diseño. Nos gusta trabajar de esta manera donde también interviene un cierto grado de sorpresa o incluso error.
Ahora mismo en SuTurno estamos totalmente centrados en los pañuelos de seda. Nos gusta tanto el material como el propio formato, el pañuelo, que nos parece un soporte que da pie a ser tremendamente creativo, jugando de infinidad de maneras a la hora de crear un estilismo, de llevarlo puesto. Poco a poco los pañuelos de seda están volviendo a ser entendidos por la generación más joven y ya no se perciben como un accesorio rancio o de gente mayor. Su versatilidad es fascinante. También hemos disfrutado mucho trabajando en proyectos que implicaban utilizar cuero o tejidos tradicionales de algodón. Los materiales naturales, en general, son los que preferimos para nuestra marca.
Un proyecto pendiente es diseñar papel de pared, que nos parece uno de los destinos más evidentes para nuestros estampados y sería interesantísimo observar cómo se comportan sobre una superficie tan grande... Como otra de nuestras líneas de trabajo es diseñar prints para otras marcas, principalmente de moda pero también otras orientadas al interiorismo, quizá llegue pronto el momento.
De casi todas guardamos buenas experiencias. Todavía recordamos con ilusión el primer proyecto de este tipo en el que apareció la marca SuTurno, que fue la edición de unos bolsos de loneta a los que bautizamos "bolsacos" para Marc Jacobs. Nos sirvió como una carta de presentación idónea cuando comenzábamos a dar a conocer nuestra propia marca. Y de las colaboraciones más recientes, destacaríamos el proyecto que hicimos para Dear por lo divertido e inusual de la propuesta.
De alguna forma ya debe estar presente en alguno de nuestros trabajos la inspiración que hemos recibido en todos nuestros viajes por pueblos y ciudades, desde la intensidad de Tokio hasta la sobriedad de Copenhague o el sosiego que se respira en el pequeño pueblo de Murcia en el que pasamos parte del verano cada año.
Nos motiva contemplar la propia evolución de nuestra marca dentro del proceso de expansión que estamos llevando a cabo. Es muy excitante saber del entusiasmo con el que está recibiendo nuestra marca en Japón, un país cuya sensibilidad admiramos especialmente. Conocer nuevos clientes, el reto de lanzar colecciones nuevas con regularidad que logren transmitir con fuerza nuestra identidad y, sobre todo, ver a alguien llevando uno de nuestros pañuelos con ilusión, son situaciones que nos motivan cada día. Por el camino vemos que además, al ser una marca viva, nacen constantemente nuevos proyectos y oportunidades que hacen que, de momento, no corramos peligro de caer en la rutina.

