Rober confiesa que, si tuviera que pasar otra cuarentena, lo haría con Beethoven, el perro San Bernardo de las pelis de nuestra infancia, para que le hiciera compañía pero, sobre todo, poderle colgar un barrilete con whisky y así ni tener que levantarse. Por su lado, Alberto nos da algún consejo para sobrellevar el encierro: salir al balcón e insultar indiscriminadamente a aquel que veas. No te pierdas esta doble entrevista con Pantomima Full, que ya antes de la cuarentena nos tenían tronchándonos. Hoy hablamos de terrazeo fake, la compañía ideal, y Jonah Hill.
Antes que nada, ¿puedes presentarte y decirnos desde dónde nos contestas?
Alberto: Buenas. Soy Alberto Casado, de Pantomima Full, y os contesto desde el sofá de mi casa en plena cuarentena. Una respuesta 100% previsible.
Rober: Joder, una cosa es que sea el mismo cuestionario para todo el mundo y otra que ni os molestéis en presentar a vuestros entrevistados. ¿Habéis mandado este mail a toda la lista de contactos y los que lleguen de vuelta los publicáis? Ese ha sido el criterio, ¿no? En fin, aquí va la respuesta: soy Rober Bodegas, cómico, la mitad de Pantomima Full, también hago monólogos, guiones y alguna cosa más, pero vamos, quien no me conozca por lo primero, será difícil que lo otro le diga algo. Ah, y os contesto desde Madrid, el epicentro de la movidita.
Cuando empezaron las noticias sobre el Covid-19 en Wuhan, que luego se extendió y cuyas consecuencias se empezaron a notar, por ejemplo, con la cancelación del Mobile en Barcelona, ¿qué pensabas tú?
Rober: Apenas me entero de lo que pasa en España, mucho menos en Wuhan… La verdad es que leyendo Twitter igual soy el único habitante de este país que no lo vio venir, pero no lo vi venir. Me enteré de lo de Barcelona, pero fue una de esas informaciones que según las recibes las olvidas; no se me cayó la taza de café de la mano mientras sujetaba el periódico pensando que el Apocalipsis estaba en camino.
Alberto: Me lo he tomado con bastante despreocupación hasta que me vi encerrado en casa, lavando el móvil y las llaves por salir a tirar la basura y quedando por Skype para tomar una cerveza. Hasta ese día todo era felicidad.

Ahora ya vemos que sí, que es grave y debemos quedarnos en casa confinados. ¿Cómo lo estás llevando tú? ¿Qué haces para sobrellevarlo?
Alberto: A ver, tampoco hay que sobrellevar gran cosa. Creo que cada mañana hay que pensar, hoy es domingo, y ya. Si conseguimos creernos eso cada día, no hay que preocuparse por mucho más. Son muchos domingos comprimidos en un mes, como si fuese un Mundial de domingos.
Rober: Yo lo llevo bastante bien, algún día se hace un poco pesado, pero en general me entretengo y no me agobio. Pues no se me ha dado por aprender a cocinar, ni por apuntarme a una clase de zumba en streaming, ni por intentar animar a los de mi barrio poniendo canciones de mierda desde el balcón. Básicamente hago lo que hacía antes cuando estaba en casa y tenía tiempo libre, pero durante más rato: ver pelis, leer, jugar a la Play… Y de vez en cuando curro un poco, o entro como invitado en uno de los dos mil streamings que hace la gente para charlar sobre la cuarentena.
Danos un consejo para pasar una cuarentena mejor –o menos peor…
Alberto: Asómate al balcón e insulta a quien veas por la calle, sin plantearte si hay algún motivo para que esté. Te da el aire, te desahogas, y además los vecinos te aplauden.
Rober: Cuando uno no está bien, no ser el único suele consolar bastante. Igual es de ser mala persona pensar así, pero funciona. En ese sentido, os voy a contar algo que os va a consolar al menos a los que viváis en Madrid. Tengo terraza, y orientada al sur, y aún así hace un frío de cojones, no aguantas más de media hora y solo al mediodía cuando más da el sol. Que no os engañen las fotos de Instagram de gente intentando dar envidia con sus aguacates y su zumo y su tumbona, enseñando sus pies descalzos al fondo del bodegón. Esa gente DESAYUNAN DENTRO, solo salen para hacer la foto.

Ahora que le vamos pillando el truquillo, si te dieran la posibilidad de pasar otra cuarentena con cualquier persona (viva o muerta, famosa o de tu entorno), ¿quién sería y por qué?
Alberto: Con Rober Bodegas, ¿te imaginas? Juntos también en confinamiento. En realidad, cualquier persona con mucho dinero, siempre que pasásemos la cuarentena en su casa. Una cuarentena en un casoplón me parece incluso un buen plan, mejor que unas vacaciones tipo el Camino de Santiago o un hotel con pensión completa en Peñíscola.
Rober: Con Beethoven. El perro de las pelis, no el compositor. Me gustan los perros y no puedo tener uno porque siempre estoy de gira y paso mucho tiempo fuera de casa. Con un perro te lo pasas bien, pero luego no se enfada si solo tienes un mando para jugar a la Play, ni tampoco dice ‘Esta peli me da pereza’. Es un San Bernardo, puedes colgarle un barrilito con whisky del cuello y llamarlo para que venga y no tener que ir a la cocina. Y está acostumbrado al frío, así que si se pone pesado, puedes encerrarlo en la TERRAZA sabiendo que él sí estará a gusto.
Estamos todos como locos buscando nuevo contenido, así que te pediré algunas recomendaciones con una pequeña explicación de por qué las eliges: una peli.
Alberto: Tanto la peli como las demás recomendaciones las selecciono por haberlas consumido hace poco. In The 90’s, dirigida por Jonah Hill. Cuenta su infancia en Los Ángeles. Musicón noventero, skaters, marihuana, ropa guay y chavalitos intentando molar. Me gustó mucho.
Rober: Hace poco volví a ver Crash (la de Paul Haggis, hay otra de Cronenberg que también se titula así), que la había visto hace mil años y me pareció una maravilla. Y también me pasó lo mismo con Babel. Son pelis de gente que se cruza con otra gente: ciencia ficción.
Una serie.
Rober: Estos días he estado viendo la décima temporada de Larry David, que me encanta, y estoy por volver a ver The Leftovers, que creo que es mi serie dramática preferida. Por proponer alguna más reciente, Succession me parece una maravilla. Siendo drama, creo que tiene la mejor comedia que he visto últimamente en una serie.
Alberto: Sucession. La mejor serie que he visto últimamente. Te enganchas a la vida de unas malas personas.
Un libro.
Alberto: Tony Pagoda y sus amigo, de Paolo Sorrentino. Acabo de leerlo en esa cuarentena y básicamente, si te gustan Sorrentino y La gran gelleza, este libro te molará.
Rober: Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño. Me lo leí este verano porque en invierno soy más de libros de 200-300 páginas que de 600-800, pero ahora que hay tiempo, es un buen momento. Aparte de todo su valor literario que cualquier crítico sabrá explicar mejor que yo, tiene ese rollo de novela de viajes que mola leer ahora que hay que estar encerrados. Están todo el día de un sitio para otro y quedando con gente, y en bares, en muchos bares. Todo lo prohibido. También podéis leer El señor de los anillos, pero cuando esto acabe, no podréis ir a La Tierra Media a rememorar sus párrafos –y a México o a Chile, igual sí.
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Una canción o álbum.
Rober: El confinamiento ha hecho que me pierda el concierto que iba a dar Bon Iver en Madrid, así que recomiendo cualquiera de sus discos. Además es tranquilito para ponerlo en casa mientras lees o algo. Quien tenga chimenea puede hacer el pack completo de estampa de cabaña.
Alberto: Suddenly, de Caribou. El temazo del álbum: Sunny’s Time.
Un videojuego.
Alberto: Overcooked. Un cachondeo si juegas a dobles.
Rober: Uncharted 4. Después de no jugar a videojuegos desde los tiempos de la Play uno, la providencia quiso que me diese por comprarme una Play 4 un mes antes de que empezase todo esto, y la verdad es que ayuda a echar el rato. Y Uncharted y The Last Of Us han sido los juegos que más me han gustado. Tampoco estoy descubriendo nada, que son de los más famosos, pero es que he empezado por lo básico.
Y para acabar, cuando acabe la cuarentena, ¿qué es lo primero que tienes pensado hacer?
Alberto: Un día de sofá, peli, manta.
Rober: Nada especial. Seguir con mi vida de antes. Eso ya implica casi todas las cosas que me gustan y no estoy pudiendo hacer: ver a la gente de mi entorno, salir, volver a actuar en directo. Si acaso, ir a un restaurante guay a comerme un rodaballo, porque como cocinero soy un poco limitado y en mi barrio, siempre que voy a comprar, la gente ya ha arrasado con todo lo bueno. Todo eso que dice la gente de que la va a liar muchísimo no me lo creo much. La gente hará lo que hacía, el que era un liante se liará y el que era de ‘aprovechar el dominguito’, madrugará para ir con la bici a dar vueltas por la casa de campo.