Me siento cómodo con el concepto, ese es mi terreno sin duda; la Idea, la tesis de mi trabajo. Ese es mi sitio. Desde ese núcleo cálido trabajo en la formalización, busco un canal para ese concepto, que sea pulido como un tubo de metacrilato, flexible y eficiente. En cierto modo, mi interés se centra en elaborar una tesis, así que los medios que uso –media art, instalación–, los materiales y los procesos de trabajo solo están al servició de este fin. Si no funciona, si no es armónico, lo desecho.
El modus operandi es el mismo siempre: en el estudio me empapo bien de diseño industrial, de producto, de moda, de ciencia, investigo sobre materiales, nuevas tendencias sociales, tendencias estéticas, imágenes, formas de comunicación bizarras, inflexiones, singularidades tecnológicas y de todo tipo, vaya. Recopilo objetos y material digital, imágenes de drones, inmovilizadores, accesorios, máquinas deportivas, productos wellness.
Lo último que he archivado son catálogos loquísimos de mesas electro-hidráulicas y proyectos arquitectónicos futuristas en Dubai. Así voy construyendo el perfume de la obra. Es arqueología antropológica sencilla. Después juego con esos elementos para crear singularidades, los retuerzo, los combino y los desactivo.
El video arte me encanta porque es un medio sensual y estético y puedes dar con resultados marcianos, es libre y comparte códigos con el lenguaje audiovisual de masas, así que estratégicamente es muy operativo. Lo combino con la instalación porque me da mucho placer hacerlo. No quiero solo andar en el mundo digital, también me va moldear material, transmitir la cualidades táctiles, la jugosidad y la ergonomía de este progreso tecnológico idealizado.
Uno de los gérmenes de mi obra es la dicotomía naturaleza-artificialidad que resulta de esa combinación. Hago extrañamientos con objetos de ciertos campos estéticos, como la biología o el tecno que me seducen, son significativos y los combino para construir con el conjunto un lenguaje y un espacio paradójico, sexy. Trabajo con la idea de construir una Cueva Blanda, que es un poco la cueva moderna, llena de elementos suaves, amables, un espacio acogedor y un poco quirúrgico. Por eso trabajo el site-specific. Me lo paso realmente muy bien con la instalación.