La Local es un espacio donde se puede encontrar artesanía tradicional y local, con objetos que nos devuelven a nuestras raíces y nos cuentan bellas historias. Esta pequeña tienda situada en el barrio del Born de Barcelona devuelve el protagonismo a las piezas hechas con paciencia, mimo y creatividad que huyen de las producciones hechas en masa. Para La Local, son aquellos objetos de toda la vida los que hoy en día se consideran únicos y especiales, y los que el consumidor busca por su origen y realización. Aquí no caben objetos producidos en serie, nos dicen Mercè y Estefania, responsables de este proyecto. Charlamos un rato con ellas sobre esto y otras muchas cosas.
¿Qué es La Local?
La Local es un espacio que promueve el diseño y la fabricación local, dándole reconocimiento a todos aquellos artesanos, esparteros, ceramistas, tejedores y perfumistas que siguen produciendo aquí y de manera tradicional, o que utilizando las técnicas de siempre, han sabido darle un giro creativo a los objetos de toda la vida.
¿Cómo y cuándo surgió este proyecto?
Decidimos montar La Local después de unas vacaciones. Fuimos en coche a Portugal y paramos en un montón de sitios, Talavera de la Reina, Cáceres, Badajoz…, fue allí donde nos dimos cuenta de la cantidad de artesanía que se sigue haciendo y lo poco apreciada que está. Nos embarcamos en la creación de La Local con el ánimo de devolverle el protagonismo a piezas hechas con paciencia y con mimo, aquellos objetos cotidianos tan típicos y tan nuestros. Fue así como en julio del año pasado abrimos La Local, una pequeña tienda donde tenemos una selección de piezas, desde esparto de Jaén hecho por un artesano llamado Antonio que hace maravillas con esa fibra natural, pasando por cerámica de La Bisbal escogida directamente en el taller, navajas clásicas de la marca Taramundi y Teodomiro, hasta mantas, bufandas y plaids de Ezcaray, producidas con el mejor mohair y procedentes de la Rioja con la peculiaridad que están fabricadas de igual manera desde 1930. También tenemos otros objetos que aunque no tengan tantos años, sí que tienen su historia y están creados y fabricados aquí, artesanalmente, y a los que se les ha dado un giro creativo.
En el sector del comercio suponemos que lo que marca la diferencia es, a parte del servicio, la originalidad y la diferencia en la oferta de artículos. ¿Cuáles son los elementos esenciales que tiene que tener un artículo para que forma parte de vuestra tienda?
Lo imprescindible es que esté fabricado localmente y de forma artesanal. En La Local se encuentran objetos sencillos que nos devuelven a nuestras raíces, recuperamos la memoria a través de ellos.
¿Qué límites ponéis a la hora de seleccionar los artículos? ¿Qué no venderíais nunca?
En La Local no caben objetos producidos en serie. Otro punto importante es el hecho de que estéticamente nos guste a nosotras, somos incapaces de vender algo que no nos gusta.
En La Local podemos encontrar objetos de toda la vida con un toque creativo. Con la tecnología parece que hemos olvidado la idea de la tradición y hemos dado paso a los diseños más industriales y tecnológicos, ¿creéis que estamos en un momento de retorno hacía al pasado?
Más que un retorno al pasado, es una toma de conciencia, es apreciar los cosas hechas artesanalmente y cuidar las materias primas. El consumidor busca saber el origen de los productos y la manera en la que han sido realizados, huir de las producciones hechas en masa.
¿Qué es lo que nos ofrecen los objetos tradicionales?
En la carrera por producir objetos en serie e industriales se ha olvidado la funcionalidad del propio objeto y la atemporalidad. En La Local recuperamos objetos útiles y populares que se han visto relegados por objetos parecidos de “usar y tirar”. Paradójicamente, las cosas de toda la vida, las cosas que hemos visto en casa de nuestros abuelos, se consideran hoy objetos únicos y es lo que los hace especiales. Esa emoción creemos que es lo que la gente busca y encuentra en nuestro espacio.
Apostáis por el trabajo artesanal y el diseño, ¿creéis que estos dos conceptos están, por defecto, ligados entre sí? ¿Podríamos diferenciar el diseño tradicional con el actual? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas?
No siempre están unidos, hay cosas hechas artesanalmente y con un diseño muy básico, por eso nos interesan mucho los proyectos de gente joven que está recuperando oficios casi desaparecidos y dota a sus producciones del diseño que carecían, enriqueciéndolos, jugando. Por el contrario, hay objetos que desde su inicio tienen un trabajo y un diseño que hay que mantener. Pasamos de una etapa donde todo era diseño, objetos muy minimal, muy frágiles, que casi daba miedo utilizar y que en ocasiones no eran ni funcionales, a una etapa donde se busca mantener esa funcionalidad y que al mismo tiempo sean productos preciosos. La mayor ventaja es que el trabajo artesanal mejora con el tiempo ya que son, de alguna manera, objetos vivos donde las materias se transforman. La mayor desventaja que tiene el trabajo artesanal es que no se le otorga el valor que tiene, nos hemos acostumbrado a comprar muy barato.
Artesanal y local, dos conceptos que parecen estar en un proceso de cambio, ¿cómo creéis que ha evolucionado el trabajo artesanal y local estos últimos años?
Por suerte después de muchos años de consumo global la gente vuelve a fijarse en los objetos de toda la vida, que no han dejado de ser funcionales y
recuperan nuestra identidad. El consumo de proximidad esta cada día más presente en muchos ámbitos, no sólo en el de los objetos.
¿Cuál es el objeto más original que habéis tenido?
Sin lugar a dudas, el burrito bar (risas). Un burro hecho de esparto de 1,5m de altura con compartimentos para copas y botellas, lo más.
¿Cómo se ve La Local dentro de unos años? ¿Planes de futuro?
Próximamente, La Local también ofrecerá un servicio de asesoría en decoración y estilismo del hogar. Creemos que nuestras experiencias pueden aportar otra visión en la decoración de interiores. Además, estamos empezando un proyecto de colaboración con artistas gráficos donde se mezclará un objeto muy típico con sus ideas, pero este proyecto se está cocinando a fuego lento para que tenga más sabor (risas). Nos encantaría que La Local creciera para poder dar cabida a más creadores; llegar a ser un espacio donde creadores y artesanos colaborasen juntos, e incluso poder participar en procesos de creación.
