Porque hablar con Kaydy es escuchar a alguien con un discurso tan natural como cargado de ambición y costumbrismo. Es cercano, gamberro e increíblemente divertido, al igual que su disco, El juguete de tu muñeca, que ha alcanzado la cima de las listas de éxitos con la misma facilidad con la que un niño se divierte.