Su obra es un verdadero sueño homoerótico: tan revolucionario como bello. Sus fuentes de inspiración están muy alejadas las unas de las otras, pero comparten algo, quizás la exuberancia, el hedonismo y la exageración en sus formas. Tanto puede nombrar a Donatella Versace como a Fragonard. Supongo que ahí está su secreto. Lo que no se puede obviar es que, sea como sea, su obra no te va a dejar indiferente.