Vivimos en una realidad ideada para mantener a la gente entretenida con banalidades y a su vez tenerla bien controlada. Realidad en la que todo está conectado mediante la tecnología, pero en la que, sin embargo, nosotros vivimos desconectados de nosotros mismos. Jonas Kopp nos ofrece Non Virtual Reality, un EP expresamente creado para la sanación interior y para reconectar con nuestro ser, muy comúnmente olvidado.
Nos encontramos frente a tu tercer álbum, Non Virtual Reality. Vamos al grano. Sobre él explicas que, ante una realidad restringida, programada y entretejida para modificar sutilmente nuestra verdadera realidad consciente, nuestras emociones y nuestros pensamientos, es en nuestro interior donde debemos encontrar la fuerza genuina que permita reconectar con nosotros mismos y permitirnos crear una realidad consciente, colectiva y llena de luz. ¿Cómo abordas este tema tan complejo en este último trabajo?
Simplemente entendiendo el juego en el cual estamos sumergidos actualmente. Vivimos en una realidad holográfica creada a través de nuestros pensamientos y proyecciones vibratorias. Es por eso que se nos induce y manipula con diferentes medios tecnológicos y comunicativos. Nos bombardean la mente subconsciente con información de un contenido vibracional muy bajo con el objetivo de mantener a la humanidad dormida y distraída con cuestiones banales, las cuales no hacen más que alejarnos de nuestra verdadera esencia, que reside en el interior, nuestro ser.
Me parece interesante abordar estos temas desde lo artístico y con el conocimiento adquirido gracias al trabajo consciente que vengo desarrollando junto a mi yo superior y mis guías en meditación diariamente. Asumo ese rol de despertador y me lo tomo muy en serio, aunque como puedes imaginar, es un poco difícil, ya que vas en contra de la corriente colectiva impuesta por los que nos controlan.
¿Consideras que en la música reside siempre un poder latente y curativo, como una llave que potencia nuestro lado más espiritual, muy comúnmente ignorado?
Totalmente, desde tiempos muy remotos las antiguas civilizaciones como la de Lemuria o Atlántida, por ejemplo, utilizaban el sonido como medio de sanación del alma y comunicación universal. Toda relación con el sonido está grabada en nuestra memoria celular y por eso se provoca un bienestar cada vez que escuchamos música que nos agrada. Todas las civilizaciones que han pasado por el planeta han trabajado con el sonido con más o menos consciencia, pero siempre ha estado y estará presente.
Aunque tus producciones sean generalmente clasificadas como techno, están presentes muchos elementos de música ambient. Sin embargo, este es tu primer trabajo puramente ambiental. Me gustaría que me hablases un poco de tu percepción de la música ambient. ¿Has encontrado en ella nuevas herramientas de comunicación para ti?
Personalmente, no me gusta limitarme en absolutamente nada. Esto es como decir que yo soy de Argentina porque nací en ese país, pero si lo miramos desde una perspectiva macro, yo me considero un ser universal viviendo una experiencia en la tierra –y todos lo somos. Con los estilos y etiquetas en la música sucede lo mismo. Soy una persona que ama la música y tengo el poder de ejecutar lo que sienta en el momento que sea.
En su momento exploré el techno con más profundidad y aún lo sigo haciendo, pero me propuse nuevos desafíos artísticos donde además pueda fusionar mi verdadera esencia y mi misión espiritual en la tierra. El ambient bien ejecutado es una llave de acceso a dimensiones elevadas y hacia el interior del Ser. Son llaves que solo algunos suelen encontrar, ya que es un tema de resonancia y consciencia. Para la mayoría es más hacer ruido random con tantos modulares que hay dando vueltas hoy en día, pero muy pocos pueden aplicar la verdadera esencia de su ser a su creación.
¿Cómo lo haces tú?
Mis creaciones son manifestaciones sonoras conscientes previamente diseñadas a través de un trabajo de meditación en conexión en el cual llego a un estado mental determinado que me hace ver y entender cómo será el desarrollo de esa canción y qué generará en la persona cuando la escuche. Esa es la diferencia entre hacer música bajo emociones y transmitir esas emociones y hacer o diseñar música bajo estados mentales trascendentales y poder transmitir esos estados al oyente.
Al ser un género tranquilo y muy emocional, que requiere atención y tiempo, pararse a escuchar para apreciar sus sutilezas y las emociones que evoca en cada uno, y por lo tanto completamente contrario al sistema social actual basado en la inmediatez, ¿consideras que su poder curativo o capacidad para hacernos más conscientes puede ser mayor?
Es como practicar la meditación diariamente. Todos sabemos que si lo hacemos con constancia, posiblemente en un año estaremos en otra octava evolutiva y de consciencia, pero aún así, pocos lo aplican y muchos ponen sus limitaciones como pretexto para no hacerlo o no ocuparse de ellos mismos responsablemente. Es muy importante ser conscientes y utilizar esa consciencia junto a la intención para siempre poder crear lo que más nos beneficie en nuestra vida. Es el nuevo desafío que tiene la humanidad hoy por hoy, encontrar el equilibrio entre tanta distorsión proveniente de fuentes externas físicas y no físicas.
Este disco invita a tener ese momento de silencio e introspección para encontrarse a uno mismo en el espacio de la contemplación a través de los sonidos creados desde un estado mental determinado para generar esos mismos estados, aunque sea por un momento, en el oyente de la obra.
Este despertar de la conciencia va de la mano, en el mundo de la espiritualidad, con la apertura del tercer ojo o glándula pineal, completamente inactiva por nuestra falta de atención a nuestro yo más puro y espiritual. En la portada de Non Virtual Reality está presente este tercer ojo. ¿Cómo se originó en ti este despertar de la conciencia, y cuándo decidiste aplicarlo en la música?
Este despertar fue gradual y natural, a través de experiencias personales que tuve claramente inducidas por los que me asisten en este viaje, para que poco a poco recuerde quién soy y a qué vine en estos tiempos tan duales. Fueron muchas las sincronías en este camino que me hicieron llegar hasta este punto donde estoy hoy mismo, canalizando mis propias creaciones, siendo consciente de cómo aplicar las frecuencias/notas en la música. Hay frecuencias que inducen a la apertura y activación de la glándula pineal así como a la liberación instantánea de algunos bloqueos energéticos que podamos tener.
Estar mucho tiempo en soledad en Europa fue clave para encontrar mi verdadera identidad. Tuve y tengo una inclinación bastante ermitaña, lo cual ha contribuido a ese despertar de una manera contundente. El silencio es la verdadera llave de acceso a esa consciencia dormida que está esperando a ser activada en cualquier momento.
Enfocando ahora el álbum como el resultado de unas (cuantas) horas de trabajo, ¿cuándo decides/sabes que estás haciendo un álbum y no un EP? ¿Eres consciente de antemano de para qué estás produciendo, o llegas a esta conclusión durante el proceso creativo?
Sí, como te dije antes, el proceso empieza en la meditación, donde primero me viene el concepto que voy a tratar y posterior a eso el nombre del mismo. La idea de este álbum surgió cuando estaba meditando con los ojos tapados. Ahí mismo visualicé la situación actual en la vida del ser humano, donde todo es virtual, donde la mayor parte del tiempo estamos mirando un teléfono móvil o el ordenador, donde todo está conectado virtualmente con todo, lo cual no hace más que separarnos cada vez más y alejarnos con toda intención de nuestra divinidad esencial, que reside dentro nuestro. Todos los secretos, energía, sabiduría, conexión y más virtudes residen en nuestro interior, y es por eso que el sistema de control impone tantas distracciones, programaciones y modas inducidas, para volvernos más y más esclavos de este sistema consumista y calculador, ya que para ellos somos simplemente números.
¿Cómo ha sido el proceso de producción de Non Virtual Reality? ¿Algún detalle a destacar que se aleje de tu modus operandi habitual?
Meditación primero, como mencioné arriba. Después, he canalizado a través de mi yo superior tres únicas notas para cada una de las canciones, orientadas a diferentes tipos de sanaciones y activaciones. Tras tener todos los tracks terminados, hemos canalizado los nombres de los mismos, por lo cual es una obra cincuenta por ciento hecha por mí, y el otro cincuenta por mi yo superior, un trabajo consciente en equipo.
Echando un vistazo a tu amplia discografía, uno se imagina que pasas innumerables horas de estudio. ¿Cómo sería un día normal en la vida de Jonas Kopp?
¿Ahora mismo? Casi no estoy en el estudio, ya que tengo dos álbumes de techno que saldrán en otoño. Estos días me estoy dedicando a la sanación de personas a través de la terapia de sanación akáshika o cuántica, estoy escribiendo un libro llamado Un cambio todos los días, y estoy preparándome muy centrado para ir encaminando mi vida en la misión de trabajar para y por la humanidad. Detalles que aún no puedo dar. La música seguirá siendo mi vida pero no creo que siga pinchando en clubs como DJ en un futuro cercano. Hay procesos que deben concluir para poder comenzar con lo nuevo.
¿Estás de acuerdo con Picasso en que, si la inspiración viene, mejor que te pille trabajando?
Yo soy de la idea de que la inspiración es uno mismo en estado de gratitud hacia la vida; la inspiración es uno mismo en conexión pura con el Ser, ya que el Ser tiene todas las posibilidades creativas de un Ser creador absoluto. Los únicos límites son impuestos por nuestra mente, por eso cuando queremos crear algo desde la mente se genera una disputa de intereses, inseguridades, insatisfacciones y probablemente poca originalidad en el resultado final. Por eso, hoy por hoy, vemos productores que son como ovejas de rebaño: producen bajo la influencia colectiva de la escena, por el simple hecho de pertenecer a determinado círculo o circuito. La inspiración no se piensa sino que se siente y se expresa a través de cualquier medio artístico que nos sea afín.
Volviendo a Non Virtual Reality, vemos que es tu primer trabajo ambient y tu primera cinta. ¿Porqué este formato? Muchas personas no entienden el porqué de la vuelta del cassette. ‘¡No se pueden mezclar esos temas y tienes que tirar adelante y atrás para encontrar el tema que quieres oír!’, te dirían muchos.
Está en digital también, si es que quieren bucear en el disco con más determinación. El cassette es una manera ‘boutique’ de presentar un material. Todos sabemos que la gente no tiene tiempo para escuchar vinilos o cassettes, vivimos en un mundo digital. Pero creo que hay que buscarle la vuelta para atraer la atención desde el lado del coleccionismo, quizá. La escena cambia tan fugazmente que lo que ayer estaba impuesto y establecido, mañana ya es polvo.
¿Te has planteado alguna vez qué harías sin la música? ¿A qué te dedicarías?
A transmutar realidades adversas en el mundo, a proporcionar una visión diferente de la realidad a personas que viven inmersas en el odio y la ignorancia. Me atraen los grandes desafíos.
Pregunta casi obligada: ¿cuáles son tus proyectos de futuro y en qué momento de tu carrera te ves ahora?
Tengo un proyecto techno-estelar canalizado llamado Llaves tonales Pleyadianas, frecuencias canalizadas desde el sistema estelar de Pléyades. Ya puedes imaginarte como suena esto sonoramente hablando. Este proyecto lo presentaré con un live en el festival Forte de Portugal en agosto. Además, tengo un álbum de tools listo para sacar en digital. Lo sacaré en septiembre cuando toda la activad techno vuelva a anclarse post-verano. Algún track en Mord, y ya veremos qué más haremos en un futuro, hay muchas ideas. Tengo que ir ordenando las más afines y manifestarlas.
Y por último, recomiéndanos un libro, disco, película o documental. Vamos, lo que quieras.
Como libro, recomendaría El Kybalion, sobre el hermetismo. Una película, Nuestro hogar de Chico Xavier, y documental, cualquiera de Drunvalo Melchizedek.
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