A principios de 2009, y después de trabajar durante más de tres años con un diseñador de zapatos, sentí la necesidad de desarrollar mis ideas en un proyecto propio. Tras reunir las herramientas básicas, hice el primer prototipo y desde entonces todo se fue dando naturalmente. Reformamos un pequeño local en un callejón del Born, montamos el taller y empecé a hacer bolsos a pie de calle. La gente se sorprendía que los hiciera allí mismo. Un par de meses después estábamos presentando la primera colección.
Iriarte Iriarte aspira a producir objetos atemporales mediante la combinación de técnicas tradicionales con cueros naturales de calidad. Esto hace que cada pieza contenga millares de decisiones y pequeñas variaciones que resultan determinantes. En la singularidad de la pieza única es donde reside el secreto para la creación de objetos con vida.
Supone valorar la calidad y el diseño original por encima de otros factores, inclusive las modas. Producimos todas las piezas artesanalmente con materia prima local en nuestro taller de Barcelona. Requiere tiempo y oficio, pero merece la pena porque el resultado es la creación de piezas únicas y duraderas que mejoran con el tiempo.
En el cine, la música, la literatura, los recuerdos, las personas... Procuro estar atenta a lo que me rodea y buscar el cambio, todos los años hay algo nuevo que me permite mejorar y hacer más cosas. La vida es lo que me inspira en definitiva.
La última colección está inspirada en el movimiento literario que hubo en Buenos Aires a raíz del nacimiento de la revista Sur. Su fundadora Victoria Ocampo fue un referente fundamental a la hora de pensar la colección. Las fotos de campaña están hechas en su finca de San Isidro (Buenos Aires) donde recibía a escritores, arquitectos y artistas de todo el mundo.
Desde el comienzo me he ocupado de todo y he estado encima de cada detalle por lo que me siento involucrada en todas las etapas del proceso. Llevar todos los aspectos creativos y técnicos es algo que considero básico. Hoy, después de casi cinco años, todavía me cuesta delegar.
Trabajamos mucho por encargo gracias al contacto directo. Permite personalizar los bolsos desde la elección de la piel al acabado de las fornituras y adaptarlos a usos y necesidades específicas. Conocer de primera mano las opiniones de tu público anima y ayuda mucho a mejorar.
El primer bolso que hice, un Geography, que llevo conmigo a todas partes y el Poetry, del que hicimos una serie muy limitada que no tardó en agotarse. Me gusta tanto que acabamos de presentar una reedición de este modelo en la última colección.
Con madera. En la próxima colección queremos incorporar una pieza de mobiliario.
En la calle. A veces nos envían fotos con los bolsos y nos encanta saber que viajan por el mundo. Si pudiese elegir me gustaría que fueran a ver el Machu Picchu o la Catedral de San Basilio en Moscú.
El nuevo estudio de Plaza Real donde, siguiendo con la idea original de integrar taller y showroom, queremos desarrollar la marca manteniendo la misma filosofía.






