Profunda conocedora de todas las culturas, subculturas y movimientos generacionales, el suyo fue cronológicamente milleniall, aunque inspiracionalmente podría haber sido tocada con la varita de los Beat y de los Young British Artists por su espíritu DIY, que confiesa haber heredado, así como por su acceso constante durante sus años de formación y experiencia a una cultura que rompe con ideas preestablecidas y la estimulante experiencia de estar rodeada de gente creativa. “Era infeccioso”, nos cuenta.
Si Gala Knörr fuera el personaje de una novela de Kerouac, podría ser una inquieta nómada que devora todo tipo de contenido cultural y digital para llevarlo a su terreno en una interpretación satírica casi siempre relacionada con los medios y la cultura popular. Y si fuera una canción de Calvin Johnson, podría componerse por la letra que el legendario músico escribió sobre su primera exposición individual.
Artista multidisciplinar que ha trabajado los campos de la pintura, vídeo e instalación, obtuvo un BFA Fine Arts de Parsons Paris The New School y un MA Fine Art de Central Saint Martins, completando su formación en el taller de Txomin Badiola en Madrid45, y en la Masterclass de Richard Linklater en el Centre Pompidou (Francia). Además de sus numerosos proyectos y exposiciones, ha recibido varias distinciones a lo largo de su carrera, como el premio Generaciones de la Fundación Montemadrid (2020), la beca Juan y Pablo de Otaola en Cité Internationale des Arts Paris (2019) o la beca Basque Artist Program de The Solomon R. Guggenheim Museum (2017), entre otras.
Cuando le preguntamos sobre sus referentes, vivencias y etapas que han marcado su desarrollo artístico, Gala Knörr nos sorprende con los relatos que la acompañan desde que abandonara su Vitoria natal en su tránsito por los omnipotentes paisajes de Internet, donde sigue instalada su sede operacional.