Santa Rita, como idea, surge hace un par de años en las cabezas de dos estudiantes recién licenciados, con mentes inquietas y muchas ganas de llevar a cabo uno de sus sueños, que era aunar todo lo que hasta el momento habíamos absorbido como esponjas en los años de formación y mostrar nuestra pasión por la tipografía, los procesos tradicionales de estampación, el collage, etc. Ambos venimos de la carrera de Bellas Artes y queríamos hacer patente que el diseño es mucho más enriquecedor si se muestra de una forma más plástica y artística. El nombre nace de forma espontánea. Buscábamos algo cercano, auténtico, pegadizo y con solera, que nos identificara como tal y que fuese un reflejo absoluto de nuestra filosofía como empresa. Tras hacer listas y más listas con posibles candidatos, Manu (una de las mitades de Santa Rita) se despertó una mañana diciendo que había soñado que nos llamábamos así. ¿Casualidad o capricho del destino? Aun no lo sabemos, pero el nombre nos fue persiguiendo a partir de ese momento. Era sin duda el definitivo, ¿quién no conoce el dicho de ‘Santa Rita, Rita, Rita lo que se da no se quita’? Además de todo esto, no podemos olvidar que Santa Rita es la abogada de las causas imposibles y, sin duda alguna, en los tiempos que corren lanzarse a un proyecto así era una de esas causas. Pero todo, si te lo propones, puede ser posible.
La creatividad es algo que vemos imprescindible a la hora de enfrentarnos a un proyecto, pero ante todo se trata de ser un loco de lo que se hace. En general, en cualquier disciplina hay que mostrar una cierta obsesión si realmente se quiere destacar. Desde un comienzo, visualizábamos un estudio de diseño creativo multidisciplinar y diferente al prototipo de estudio que ha habido hasta el momento. Queríamos que funcionase, por un lado, como estudio de trabajo y, por otro, como taller en el que impartir todo aquello que nos apasiona.
En general ambos hemos tenido la misma formación, pero lo que realmente nos aporta consistencia son los gustos similares a la hora de trabajar. Ambos conectamos muy bien en ese sentido. Los roles son en equipo, aunque cada uno se decante más por alguna vertiente que por otra, pero solemos alternar. Las ideas se proyectan en equipo y todo se decide según las aportaciones de cada uno.
Consideramos que el soporte tiene prácticamente la misma importancia que el diseño. Un buen diseño se lucirá mejor con una buena elección del soporte y una buena aplicación. Todo va ligado a una cadena, que la hace más fuerte si todos los elementos están en consonancia. La elección suele ir ligada al diseño y al mensaje que quieras transmitir. El soporte habla por sí solo, es por ello que la elección se centra en el color, la textura, el gramaje y las dimensiones. Trabajamos mucho con la marca Fedrigoni, son papeles muy cuidados y de una gran sutileza. También con Conqueror o Canson, dependiendo de las técnicas utilizadas.
Es importante mantener vivo todo aquello que haya marcado un cambio en nuestra historia, ya sea en la era del diseño o en la de la imprenta, o por lo menos mostrarlo al mundo para que no caiga en el olvido. Esta fue una de las causas por las que comenzamos a recopilar material de imprenta antigua. Todo vuelve, y creemos que es necesario este retorno a lo tradicional. Vivimos en una época en la que todo está digitalizado, nos olvidamos de trabajar con las manos de forma más libre y plástica, e incluso desconocemos los procesos que dieron pie a lo que hoy en día podemos realizar de forma digital y mucho más rápido. En nuestro caso no cubrimos una demanda como imprenta, sino como estudio de diseño y creatividad que no olvida los procesos tradicionales de estampación o de impresión. Utilizamos el material tipográfico y de imprenta que tenemos para hacer nuestros proyectos más enriquecedores y cercanos. Y no solo recuperamos un proceso de trabajo tradicional, sino que fusionamos lo antiguo con lo nuevo para encontrar el equilibrio.
Nuestra inspiración y nuestra forma de trabajo van ligadas a nuestros años de estudios artísticos. Llevamos a cabo los proyectos de diseño de forma similar a como lo hacíamos al realizar alguna obra artística. La lluvia de ideas es imprescindible para llegar a un buen punto de partida. La fase de bocetaje es igual de importante y, por supuesto, siempre en papel y lápiz. Nuestros proyectos siempre están fundamentados en idea y forma.
La inspiración es muy importante, ya venga dada de la mano de artistas, escritores, diseñadores, fotógrafos, etc. Estamos continuamente empapándonos de todo aquello que van realizando los estudios que admiramos. Las redes sociales, fanzines, revistas online y las nuevas plataformas de comunidad para profesionales creativos son fundamentales en nuestro día a día.
Intentamos disfrutar con todos los proyectos que nos surgen, pero eso no es posible siempre (risas). Nos gusta mucho el mundo de la música y la cartelería. Nos encanta poder ponerle cara al sonido, tal vez esos sean los proyectos con los que sentimos más libertad para mostrar nuestra personalidad. También nos gusta mucho trabajar en los proyectos de identidad, ya que empezamos desde cero creando identidades completamente a mano, partiendo de técnicas caligráficas o del lettering y digitalizándolo después para su aplicación. Es importante realizar lo que te pide el cliente, pero sin perder la impronta que te caracteriza.
Una de nuestras obsesiones era enriquecer el panorama cultural y artístico malagueño con nuestra pequeña contribución. Cuando estudiábamos, siempre encontrábamos talleres que se impartían fuera de Andalucía con muy buena pinta, pero debido al desplazamiento o a otras causas nunca nos resultaba posible participar en ellos. Hemos querido, en cierto modo, cubrir esa carencia que veíamos en nuestra ciudad, contando con ilustradores, tipógrafos o artistas a los que siempre hemos admirado. Para nosotros es un lujo. Disfrutamos haciendo feliz a la gente con lo mismo que nos hace felices a nosotros. Simplemente se trata de eso, de crear sinergia.
Es bastante difícil contestar a esta pregunta, porque nunca estamos completamente satisfechos con los proyectos que hacemos (risas). Si tuviéramos que elegir alguno, nos quedaríamos con el cartel de YES. Fue el primer regalo que sorteamos a través de en nuestras redes sociales, y con el que pudimos corroborar el dicho de ‘Santa Rita, Rita, Rita lo que se da no se quita’, agradeciendo los 800 seguidores que teníamos en el momento. Se trataba de una serigrafía con fundidos de color fusionado con collage y un pequeño texto estampado en nuestra Minerva Jores con tipografía de plomo. ‘Yes’, la palabra más positiva que puede existir, estaba acompañada de un collage que mostraba a un saltador de los años 50, impulsado por una pértiga, y en su base un texto que decía: “No podemos saltar más allá de nuestra sombra, pero lo importante es saltar alto”.
En la actualidad tenemos previstos algunos cambios, aunque no podemos desvelarlos todos aun. Tenemos proyectado iniciar una tienda online, ya que nos han demandado de piezas que realizamos, así que ese es uno de los futuros proyectos que llevaremos a cabo dentro de poco. También tenemos pensado adquirir más maquinaria para los talleres, y que los alumnos puedan aprender técnicas nuevas. Son muchas las cosas que nos rondan por la cabeza, pero hay que organizarlas para que todo salga adelante.
















