Este alicantino lleva dedicándose al mundo de la moda desde hace 12 años. Su estudio se encuentra en uno de los barrios residenciales con más renombre de Londres. Siendo consultor, Emilio de la Morena decidió dejarlo todo porque no se sentía “satisfecho” con lo que hacía y se lanzó a probar suerte en un mercado que requiere mucha dosis de esfuerzo diario. Eso sí, posee lo más importante, creatividad, ganas y talento.
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la moda?
Empecé en 2001. Me sentía insatisfecho con lo que hacía, siempre había querido estudiar Bellas Artes y finalmente decidí dejar mi trabajo de consultor en Londres y empezar a diseñar. Tenía necesidad de hacer algo creativo y ahora estoy súper contento, la verdad.
¿Qué te inspira a hacer colecciones?
Me inspira el arte en general. Me siento más inspirado cuando acabo una colección, es cuando estás más creativo. Voy a ver exhibiciones que no tienen que ver nada con la moda, porque es lo que más me llama la atención, algo que me haga pensar.
Para alguien que no conozca tus diseños, ¿qué características podrías destacar?
Las prendas tienen volúmenes pero al mismo tiempo son ajustadas al cuerpo. Me gustan mucho los colores petróleo, rojo tomate o anaranjado, el rosa y el negro.
¿Cómo es la mujer a la que viste Emilio de la Morena?
La mujer de Emilio de la Morena es bastante urbana. Me gusta la mujer muy fuerte, un poco como la mujer española, que tenga una parte femenina y al mismo tiempo muy chic. Muy sexy pero también súper inteligente, que esté segura de sí misma, con un cuerpo maravilloso pero también un cerebro maravilloso. Sólo se pone algo porque ella está contenta y feliz. Ese es el tipo de mujer que a mi me llama la atención, no tiene que ser fashion victim sino elegante, fresca y urbana.
¿Crees que le moda se valora más fuera de España?
Creo que también se valora en España. No conozco tanto el caso de España, pero la moda es también muy importante, lo que ocurre es que quizá en España no se gasta tanto dinero en diseño. La diferencia más fundamental es que en España no apostamos por nuestros diseñadores. La gente no compra diseño.
¿Qué te supuso empezar a enseñar tus diseños en la London Fashion Week, hubo un antes y un después en tu carrera?
Fue muy importante porque te da más trayectoria, además de que la gente quiere tus diseños y ayuda a hacer ventas. Estoy encantado de ir.
¿En qué trabajas en estos momentos?
En la precolección primavera verano 2014. Puedo adelantar que es muy fácil de poner.
¿Qué le aconsejarías a futuros diseñadores que están empezando en este mundo tan competitivo y más ahora en tiempos de crisis?
Las mejores modas, es decir con más éxito, han salido de épocas de crisis. Si algo te gusta tienes que hacerlo.
¿Qué les dirías a los que creen que para llegar a ser alguien en el mundo de la moda son importantes los contactos?
No es fundamental tenerlos pero sí crearlos. Es importante tener un socio y un equipo e intentar ayudar a la gente que te cruces porque nunca sabes si vas a necesitar su ayuda. Pero los que dicen que sin contactos no llegas a nada es una excusa, aunque donde va uno tiene que hacer contactos.
El mundo de la moda siempre ha estado envuelto en la polémica de la talla y el peso de sus modelos, ¿crees que se ha implantado un canon que debería cambiar?
Creo que aceptar a gente más gruesa está cambiando. Hay una obsesión por estar súper delgadas, pero luego ves a las modelos y no parecen las mismas en persona y en fotografía porque están retocadísimas. Además el diseñador que va a diseñar para modelos va a fracasar, porque luego la mujer real es diferente. Yo tengo hasta la talla 16 y no me importa que venga una modelo que gaste la 12 en vez de la 6 u 8. Aunque también te digo que no es culpa de los diseñadores, te dan ese tipo de modelos. Pero con una talla 12 la mujer es igual de guapa. Ese algo de la modelo lo tiene igual la que sea más o menos delgada.
¿Te planteas volver algún día a España y ejercer tu profesión de diseñador allí?
Paso mucho tiempo en España, intento hacer más productos en España, pero no creo que la moda española tenga una producción internacional. Los diseñadores que viven en España lo tienen difícil.
