Veneno es el primer acercamiento de Daniela a la actuación profesionalmente hablando, pero no por ello la primera ficción de su vida. “Siempre soñé con ser actriz, aunque lo fui en cierto sentido por lo que me tocó vivir”, confiesa, en alusión a los obstáculos con los que se ha topado en sus 38 años de vida. Ahora, la andaluza reconoce estar viviendo el momento que llevaba esperando desde hacía décadas, y que siempre supo que llegaría. “Me acostaba y me levantaba con el pensamiento de que algún día sería actriz”. Una llamada de una amiga desde Barcelona avisándola del casting del biopic de Cristina fue el detonante de la que acabaría siendo la experiencia de su vida. “Si te soy sincera, aún no me creo lo que me está ocurriendo”, nos confiesa en repetidas ocasiones a lo largo de la conversación.
La serie ha sido un éxito y el trabajo de Daniela reconocido con el Premio Ondas a Mejor Interpretación Femenina, además de elogiado por
Angelica Ross (
Pose) o
RuPaul, entre otrxs muchxs. Los rodajes sin descanso paralizados durante meses por la pandemia, el proceso de documentación y conexión con el personaje de Cristina –a la que conoció y con la que vivió durante un breve periodo de tiempo a principios de los 2000– y el reto emocional que supuso interpretar a un personaje tan potente y emblemático se ha visto recompensando con el inigualable calor del público. Además de impulsar su (aún incipiente) carrera como actriz, Veneno es un punto de inflexión en su vida. “Me ha cambiado mucho porque he salido del armario. Hasta ahora, nunca había reconocido abiertamente que era una chica trans”.