“La investigación es tan importante como la intuición”, nos dice la artista. Y es que las dos han sido claves para la realización de Tezcatlocan, su exposición más reciente, en la que la artista expande su búsqueda sobre las deidades aztecas del agua, la lluvia y la fertilidad, Tláloc y Chalchiuhtlicue. De estética minimalista y con la intención de explorar el origen y el significado de los cultos y los ritos para entender la construcción de la identidad nacional, Tezcatlocan hace que la artista genere una narrativa poética tanto personal como política; estas la llevan a hacer referencia a la actual y grave crisis de agua potable que padece la Ciudad de México, mientras aprovecha, también, para dar un necesario toque de atención a la gestión del patrimonio vivo y a los recursos naturales del país.