La maleabilidad del lenguaje y la plasticidad de la expresión artística son dos de las fuerzas que mueven a Ángelo en su andadura creativa guiada por lo poético, y en la que destacan publicaciones como Hágase mi voluntad o Actos Impuros y reconocimientos como el Premio de Poesía Emilio Prados o el Premio de Poesía Hiperión. Haciendo de la mirada empática -fruto de sus vivencias y de una infancia en el sur de Italia marcada por el conservadurismo- el pilar indestructible de su proyecto interdisciplinar, ahora permite que su música salga de la habitación donde la mantuvo encerrado mucho tiempo superando sus miedos internos.
Dirigido por David Triviño y la productora Modular, el videoclip de Poeta Cíborg Pecador es una oda a la comunidad queer malagueña, a la que Ángelo se refiere como “efervescente y una de las más ricas y abiertas que he conocido”. Y es que la obra de videoarte, a través de la cual reflexiona sobre los privilegios propios y ajenos para poner de manifiesto las estructuras que rigen los equilibrios sociales actuales, está protagonizada por miembros de la comunidad queer y la escena ballroom local. “Me parecía un requisito fundamental y acorde al compromiso político del tema”, explica la artista, quien ya nos adelanta que probablemente habrá una segunda parte de este primer capítulo musical.