No creas (risas). En mi opinión, hay disciplinas que se complementan con otras, es decir, no es querer hacer una cosa u otra, sino que una cosa te lleve a otra, como por inercia. Por ejemplo, el dibujo para mí es algo terapéutico que complementa todo lo demás. Nunca dejaré de dibujar. La fotografía, en cambio, me gusta porque es un trabajo más de equipo, es una cosa más externa, y la dirección surgió de mi pasión por la fotografía. Creo que todo es el resultado de una evolución personal.
Mi padre pinta desde niño, mi tío era actor y mi tía directora, por lo tanto, el tema del “artisteo” siempre ha sido algo muy recurrente en mi familia. Mi madre siempre nos decía, "con lo que me gustaría un hijo científico" (risas). A mí me encantaba el olor del óleo de los cuadros de mi padre... Nadie me enseñó, simplemente respiraba ese ambiente. Empecé a dibujar, a hacer manualidades, siendo muy pequeño. Cogía cámaras y grababa lo que fuese, me imaginaba historias y las escribía o dibujaba en cualquier papel, me montaba mis mundos y ahí me quedaba.
Siempre he ido probando cosas nuevas. Finalmente creo que he encontrado mi camino con la dirección. Me ha gustado mucho todo el proceso de hacer Limón desde el principio hasta el final. Me ha aportado mucho, creo que ya no tengo esa ansiedad que tenía por seguir buscando. Supongo que esto ocurre porque es una disciplina muy amplia, incluye muchas otras disciplinas que me gustan.
Admiro el trabajo de Christian Scheurer y Elizabeth Peyton, entre muchos otros. Me gusta el tratamiento del color, contraponer muchos colores que no combinen entre ellos aparentemente, y así jugar y buscar una relación compleja entre ellos. También jugar con las líneas, crear obras ligeras, no demasiado intentas... La clave es buscar un poco el juego de miradas. Para mí, si la mirada del retratado funciona, el resto del cuadro también. El retrato es lo que más me apasiona, y la mirada ausente es lo que más me gusta retratar.
Empecé con mi socio Carles, con quien hice Verage, y básicamente surgió porque éramos fans del papel y nos gustaba mucho el mundo editorial. Hicimos primero el fanzine y eso derivó a la revista. Todo surgió a raíz del nacimiento de la revista METAL, que en su momento fue una revista que rompió bastante con los moldes vistos hasta entonces. De hecho, usamos METAL como referente a nivel editorial. Estábamos enamorados de las revistas y queríamos crear un producto nuevo. Con Gorgeous queremos hacer una propuesta personal, crear no tanto una revista, sino más bien un objeto con propuestas fotográficas a raíz de un tema o algo que nos interese como hilo conductor del número. Cuando empezamos teníamos como referente muchas revistas de moda, y sí es verdad que imitábamos un poco el formato de revista de moda o de tendencias, pero la intención en el segundo número y en el tercero fue crear no tanto una fotografía de moda sino una fotografía más narrativa que nos contase un relato.
Verage surgió de una forma muy natural. Dio la casualidad que Carles y yo trabajábamos mucho juntos y simplemente decidimos poner un nombre a nuestro trabajo. Aparte, era una forma de unificar todos los equipos con los que hemos trabajado tanto en Gorgeous, como en el corto, etc., bajo un mismo techo. Primero empezó como algo más editorial y como una agencia de diseño gráfico, y ahora nos estamos centrando más en el mundo del cine, produciendo. Esperemos que Verage vaya creciendo como productora o lo que sea, el tiempo dirá.
Limón narra una historia sobre el famoso tema del amor eterno. Todo gira alrededor de una pareja que llevan ya siete años juntos, es su aniversario y están en el baño preparándose para ir a cenar. Este hecho, que al principio de la relación surgía de una forma muy improvisada y espontánea, se ha convertido en una costumbre, en algo cotidiano. Durante ese rato, van surgiendo diferentes temas que sacan a la luz los trapos sucios de ambos, y dos posturas muy diferentes sobre ese amor eterno que se juraron en sus inicios. Lo que nosotros narramos en este corto, es este choque de posturas en una relación que al comienzo era perfecta, pero que por causas naturales se desmorona día tras día.
Porque es donde los humanos sacamos toda la mierda (risas).
El título de Limón va muy ligado al personaje de la protagonista, Bega. Es una mujer muy luchadora, muy fuerte. También va relacionado con varias chicas que conozco que les gusta mucho el sabor del limón y son mujeres muy ácidas, atrevidas y muy potentes. Es un poco un homenaje a esas chicas. Bega es Aries, y es como el limón.
Hacía tiempo que me rondaba por la cabeza hacer una película, pero me daba miedo. Estando el año pasado en Londres, me sentía bastante perdido, estaba en un momento complicado, y decidí lanzarme a la piscina e intentarlo. Empecé a desarrollar el argumento de Limón, a darle un poco de forma y crear el equipo de trabajo.. y así surgió (risas).
Si todo va bien, en marzo, tanto en Barcelona como en Madrid. La idea es presentarlo a festivales. Pero una premier se hará seguro.
Tengo muy claro que voy a continuar con la dirección. Ahora me gustaría hacer un largometraje que más o menos ya está gestándose. Se titula Villarosa, tendrá más personajes, una historia más amplia, con más localizaciones... Esto por un lado, y por otro lado, tengo en mente hacer una exposición con mis pinturas. También estoy pensando si seguir o no con Gorgeous.
Sacar adelante Limón y empezar, si todo va bien, a visualizar un poco el largo. Este año ha sido un año muy intenso y he disfrutado mucho con todo lo que he hecho. Quiero seguir haciendo lo que me hace feliz y sobre todo luchar, luchar y luchar por hacer realidad todos estos proyectos. Se me olvidaba, también me gustaría venir a vivir a Barcelona ¡Por favor! (risas).







