Una narrativa dividida en capítulos es la forma en la que Tíscar Espadas ha decidido contar historias con su marca. Ayer martes presentó en la primera jornada de desfiles de 080 Barcelona Fashion el cuarto de ellos donde la diseñadora andaluza demuestra que ha llegado a la concepción de un estilo definitivamente propio y característico. Tíscar presenta en Barcelona su universo, uno que lleva su firma y esencia en cada una de las prendas.
A Tíscar ya la conocemos, podéis ver el podcast que hicimos con ella con motivo de su anterior colección que presentó también bajo el paraguas de 080 Barcelona Fashion. Resulta sorprendente cómo en apenas tres años ha logrado hacerse un nombre dentro de la siempre complicada industria de la moda, unos de esos nombres que es aconsejable no perder de vista. Esta vez presenta Capítulo 4, Act I y para ello parte de una pregunta muy concreta,¿qué o quién quieres ser?, en un ejercicio cuyo propósito es situarnos en una mentalidad de evolución, transición y movimiento, un camino hacia el autodescubrimiento.
El desfile se abrió casi a oscuras, con el primer modelo ondeando un incensario como los que podemos encontrar en ceremonias religiosas, dejando su olor característico a su paso y estableciendo el ambiente solemne que tendría el show que estaba por suceder. Las prendas de Tíscar siempre tienen un carácter fantástico, parecen extraídas de otra época, quizás una medieval, en la que los volúmenes anchos y fludos, los juegos de layering, el trabajo de estilismo especialmente con los gorros y sombreros y el hecho de que la mayoría de modelos fuesen descalzos, confieren a los looks una estética que nos refiere al pasado, pero con un espíritu nómada y de peregrinaje hacia lo que está por venir.
La construcción de las prendas en cuanto al patronaje es interesante, cobran un gran protagonismo los puños anchos y los cuellos, algunos camiseros prolongados con cintas y otros directamente nacidos del escote y convertidos en lazos anudados en forma de corbata o pañuelo. El trabajo de volumen es también atractivo pues prendas más holgadas y oversize se complementan con otras más estructuradas en las que las pinzas son aprovechadas para crear vacíos entre costuras, generando contraste tanto de color como de textura con el material de la prenda interior. Materiales que en su mayoría son naturales como el algodón, la lana y el denim.
El carácter transitorio tanto del concepto como de las prendas permite generar una adaptabilidad tanto al usuario como a las temporadas, pues no está creado con un target o escenario particular, sino que su versatilidad permite ajustarse al individuo de la manera que mejor crea conveniente cuando mejor vea conveniente, traspasando las barreras del mercado y del género para enfocarse en lo humano.
El desfile se abrió casi a oscuras, con el primer modelo ondeando un incensario como los que podemos encontrar en ceremonias religiosas, dejando su olor característico a su paso y estableciendo el ambiente solemne que tendría el show que estaba por suceder. Las prendas de Tíscar siempre tienen un carácter fantástico, parecen extraídas de otra época, quizás una medieval, en la que los volúmenes anchos y fludos, los juegos de layering, el trabajo de estilismo especialmente con los gorros y sombreros y el hecho de que la mayoría de modelos fuesen descalzos, confieren a los looks una estética que nos refiere al pasado, pero con un espíritu nómada y de peregrinaje hacia lo que está por venir.
La construcción de las prendas en cuanto al patronaje es interesante, cobran un gran protagonismo los puños anchos y los cuellos, algunos camiseros prolongados con cintas y otros directamente nacidos del escote y convertidos en lazos anudados en forma de corbata o pañuelo. El trabajo de volumen es también atractivo pues prendas más holgadas y oversize se complementan con otras más estructuradas en las que las pinzas son aprovechadas para crear vacíos entre costuras, generando contraste tanto de color como de textura con el material de la prenda interior. Materiales que en su mayoría son naturales como el algodón, la lana y el denim.
El carácter transitorio tanto del concepto como de las prendas permite generar una adaptabilidad tanto al usuario como a las temporadas, pues no está creado con un target o escenario particular, sino que su versatilidad permite ajustarse al individuo de la manera que mejor crea conveniente cuando mejor vea conveniente, traspasando las barreras del mercado y del género para enfocarse en lo humano.