El mundo se mueve o al menos eso parece. La nueva normalidad lleva cerca de un año asentándose en nuestras vidas, acechando la búsqueda de la estabilidad prepandemia. Búsqueda, no obstante, que queda en vano cuando dicha estabilidad no se consigue en lo mental. Y eso Mark Whalen lo sabe de sobra, puesto que su muestra I Am Just Here reivindica la necesidad de aceptar nuestra angustia ante el magnánimo mundo que nos rodea. Expuesta en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga hasta 28 de noviembre, su arte tridimensional nos obliga a cuestionar cuál es el límite entre persona y objeto.
Whalen se apropia de la incomodidad y la presenta mediante el desgarre emocional, fruto del suyo propio, camuflado en un entorno onírico de aluminio y poliuretano. Y es que el australiano es un experto en transformar conflictos cotidianos en enigmas por resolver y piezas de un puzzle por construir. A destacar como conjunto de la colección hablamos de su obra I Am Just Here (2021), un lienzo con relieve de aluminio sobre lino donde se observa una cara que está siendo sujeta a una lluvia de resina.
A pesar de haber visto otras exposiciones como Ramble Ramble (2019) para la galería Over The Influence en Los Ángeles y Gentle Reminders (2020) para la misma en Hong Kong. Ambas compartían el conflicto del hombre contra natura y cómo esta nos afecta. En I Am Just Here la novedad radica en esa lucha interna de nosotros con nosotros mismos y al deterioro que proviene propio. La sobreexposición, la forzosa necesidad de volvernos introspectivos es un efecto colateral de la esencia humana.
Manos plastificadas que arrancan muecas en caras rojas, manos plateadas agarrándose a paredes rosas. Cerillas consumidas en guantes. El carácter absurdo de lo humano. La ilusión corpórea. La frialdad mundana. Un guiño a Bas Van Wieringen y un guiño a la realidad en su basto esplendor.
A pesar de haber visto otras exposiciones como Ramble Ramble (2019) para la galería Over The Influence en Los Ángeles y Gentle Reminders (2020) para la misma en Hong Kong. Ambas compartían el conflicto del hombre contra natura y cómo esta nos afecta. En I Am Just Here la novedad radica en esa lucha interna de nosotros con nosotros mismos y al deterioro que proviene propio. La sobreexposición, la forzosa necesidad de volvernos introspectivos es un efecto colateral de la esencia humana.
Manos plastificadas que arrancan muecas en caras rojas, manos plateadas agarrándose a paredes rosas. Cerillas consumidas en guantes. El carácter absurdo de lo humano. La ilusión corpórea. La frialdad mundana. Un guiño a Bas Van Wieringen y un guiño a la realidad en su basto esplendor.
I Am Just Here puede verse en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga hasta el 28 de noviembre. Alemania, s/n. Málaga.